En una declaración emitida el pasado 10 de agosto, la Legislatura de Córdoba declaró “su repudio ante los gravísimos hechos de violencia sucedidos el pasado 27 de julio cuando trabajadoras auxiliares y auxiliares de PAICOR fueron atacadas brutalmente por dirigentes del Sindicato Obreros y Empleados de Empresas de Limpieza, Servicios y Afines de Córdoba – SOELSAC- para impedir la movilización hacia Casa de Gobierno”.
De esta forma, con la firma del Vicegobernador Manuel Calvo, el Poder Legislativo provincial da una señal positiva respecto a que el accionar de las patotas , y sus métodos violentos, no son aceptables para la vida democrática y la libre participación de las y los trabajadores en el ámbito sindical.
“La Legislatura con este hecho no solo ratifica la legitimidad por el reclamo que llevamos adelante con las trabajadoras, sino que también nos da más peso a la legalidad de las denuncias penales. Esperamos que la justicia tome de manera rápida y eficaz las acciones punitivas para castigar a estos delincuentes”, dijo Federico Giuliani, secretario General de ATE, reelecto ayer como secretario General de la CTA-A Provincia de Córdoba.
Precisamente es la CTA-A el ámbito de organización que se están dando las compañeras auxiliares de escuela y auxiliares de PAICOR.
Según detalló la abogada de ATE Córdoba, María Marta Terragno, la denuncia penal está radicada en la Fiscalía de Distrito 1 Turno 4, a cargo del fiscal Rubén Caro.
“Hay mucha prueba para que investigue el fiscal a cargo de la denuncia”, dijo la letrada.
Cabe destacar el gesto solidario de muchas organizaciones que se expresaron públicamente repudiando el brutal ataque y exigiendo justicia.
Los hechos
el 27 de julio pasado una patota que responde al secretario General del gremio de limpieza, Sergio Fittipaldi, atacó brutalmente esta mañana a las trabajadoras de PAICOR que se organizan en ATE y la CTA Autónoma y que hoy realizan una movilización a Casa de Gobierno para reclamarle a Schiaretti que reconozca la relación laboral que tienen con el programa social, donde cobran salarios por debajo de la línea de la indigencia.
La patota forma parte de la barra brava del club Argentino Peñarol, que a su vez es propiedad de Fittipaldi.
El ataque se relaciona con la defensa de los intereses de las empresas proveedoras de PAICOR, íntimamente ligadas al mandamás del gremio de limpieza y a funcionarios provinciales, que se niegan a reconocer a las 6 mil trabajadoras como dependientes del Estado provincial, compañeras que cobran entre 13 y 22 mil pesos mensuales.
En el ataque resultaron con heridas 11 compañeras y compañeros, en su mayoría mujeres, una de las cuales transcurre un embarazo de cuatro meses, para agregar dramatismo a la situación.
Cabe señalar que algunos policías se encontraban apostados en la puerta de ingreso del local de ATE Córdoba, cito en calle Entre Ríos 450, que dejaron claramente zona liberada alrededor de las 10.30, cuando la patota se hizo presente en el lugar, sin que los efectivos de la provincia hicieran nada para evitar el ataque.