La Jornada Nacional de Protesta realizada ayer por las y los trabajadores de Conicet, convocada por ATE, tuvo su expresión en Córdoba Capital, con una actividad desarrollada en la Plaza Vélez Sársfield. Allí el Consejo Directivo Provincial dijo presente para acompañar el reclamo por recomposición salarial y apertura de paritarias, con la presencia del secretario General de ATE Córdoba, Federico Giuliani.
La medida afectó a los 23 mil trabajadoras y trabajadores que el organismo científico tiene en todo el país. En Córdoba son 2800 las y los compañeros que cumplen tareas en Conicet, un 45% investigadores y categorías superiores, otro 45% becarios y un 10% restante entre personal de apoyo y administrativos.
La mayoría se desempeña en institutos universitarios dependientes de la UNC, donde la casa de estudios aporta en su totalidad la infraestructura necesaria para que le personal científico cumpla con su tarea.
En ese marco, la investigadora Malena Moiraghi, doctora en Ciencias Agropecuarias y licenciada en Química, ocupada en desarrollar investigaciones en ingeniería de alimentos y biotecnología, explicó “entendemos la situación que atraviesa el país por la crisis sanitaria y económica, pero con los salarios tan devaluados a día de hoy, con 60% de los investigadores en las dos categorías más bajas y con haberes que apenas superan el piso de la canasta básica del Indec, no podemos aguantar más. Este año no recibimos un solo peso de aumento y venimos de una reducción de ingreso real con el macrismo del 50% de nuestros sueldos”.
Moiraghi dijo que los reclamos están dirigidos al Gobierno Nacional porque “si bien el Conicet es nuestro empleador, nuestro paritario es el gobierno y es quien debe dar otra respuesta que no sea un bono en negro a cobrar en dos meses y tampoco que ‘no hay plata’ y que ‘no va a haber paritaria hasta el año que viene’, porque a las familias no le alcanza, la situación es acuciante y nos está costando cubrir lo básico”.
En tal sentido, la científica cordobesa afirmó que “llegamos a una situación crítica y vamos a seguir por todos los medios insistiendo hasta que logremos que se abra el diálogo y podamos lograr la reapertura para una recomposición salarial para trabajadores y trabajadoras que no tenemos privilegios, que estudiamos toda la vida, con dedicación full con el organismo y que hoy estamos con nuestro poder adquisitivo a niveles de 2002”.
Mirada nacional
De igual manera, a nivel nacional se llevó a cabo la protesta en distintas provincias, así como en la capital federal. El paritario nacional de ATE y trabajador del Conicet, Flavio Sives, explicó cuál es el contexto nacional en que se realizó la protesta.
“Ayer -apuntó el compañero Sives- los trabajadores del Conicet realizamos quizás el primer paro a un gobierno nacional y popular como el de Alberto Fernández, más aun en una crisis como la de la pandemia de Covid 19. Si bien el reclamo básico es el de salario, para entender un poco hay que remontarse a la gestión anterior que redujo el poder adquisitivo de los salarios de los estatales a la mitad, rebajó el área de Ministerio a una simple Secretaría, despidió cientos de trabajadores del INTI y redujo de partidas presupuestarias llevando al sector de ciencia y técnica casi a la asfixia. Esto llegó a su máxima expresión en 2016 producto del achicamiento en 500 ingresos al CONICET, lo que llevó a la toma del Ministerio y de varias delegaciones de organismo en todo el país”.
El dirigente agregó que “en ese contexto comenzamos el año con grandes expectativas, cuando volvimos a tener Ministerio, con el doctor Roberto Salvareza a la cabeza, la presidencia de Ana Franchi en Conicet, el aumento escalonado de hasta el 50% de los estipendios de becarios, que saludamos. Lamentablemente estos pasos alentadores se vieron interrumpidos no solo por la crisis económica que ya venía arrastrándose sino además por la crisis mundial de la pandemia que agravó nuestra crisis económica”.
“Como trabajadores entendimos que había que hacer un esfuerzo, pero también esperábamos que la paritaria del Estado nacional, para mayo, tuviera al menos dos resultados: una oferta salarial que no fuera nula –para dejar de perder poder adquisitivo– y un recuento de las afiliaciones en el ámbito del Estado nacional, para mostrar que de que este gremio estuviera siempre en la calle llevara a una decisión política del gobierno de no seguir bancando a un gremio oportunista y traidor como UPCN”, afirmó el paritario.
Y se quejó porque “ninguna de estas dos cosas sucedieron”, pero rescató que “si vimos cómo el Estado se esforzaba en sostener, en el marco de la crisis sanitaria y económica, a los sectores vulnerables y carenciados por diversos mecanismos”.
Sin tiempo para esperar
“Sin embrago, dijo Sives, los meses pasaron, el capital concentrado despidió trabajadores y los precios siguieron aumentando, a pesar que podríamos suponer que el achicamiento de la demanda iba a reducir los precios –cosa que nunca ocurrió–. En ese marco, el hartazgo de las y los compañeros pone en discusión quien paga esta crisis. Es por eso que la necesidad desemboca en una serie de asambleas en todo el país, con movilización de compañeros vía encuentros virtuales, charlas que vienen subiendo en intensidad a partir de la demanda de un aumento salarial”.
Así Sives describió un proceso que “dio como resultado una Jornada Nacional de Protesta por el salario pero también para llevar al ámbito público la discusión sobre la distribución de la riqueza en Argentina. Acompañamos esta jornada de lucha con el reclamo para que se apruebe el impuesto a las grandes fortunas y se discuta la distribución de la riqueza en el país”.
Y concluyó: “este no fue un paro a la gestión sino que busca poner en discusión quien paga los costos de la crisis sanitaria y económica. En el Conicet entendemos que los trabajadores ya pagamos mucho”.