En una entrevista con el Canal 10 de Córdoba, el delegado de ATE CONAE, Emiliano Baum, detalló el proceso de vaciamiento que están sufriendo tanto la Comisión Nacional de Actividades Espaciales como la empresa estatal VENG, subsidiaria del organismo y encargada de llevar adelante el plan espacial nacional.
Baum explicó que el Gobierno de Milei redujo en términos reales el presupuesto del sector en un 40%, afectado fuertemente ambas áreas. En el caso de VENG “con este recorte de presupuesto, y siendo CONAE su principal cliente, obviamente se va a afectar su funcionamiento al punto tal que a esta altura del año no se sabe hasta cuándo se van a poder seguir pagando los sueldos. La información que tenemos es que hay presupuesto para dos meses más”, denunció.
Y agregó que “las autoridades de CONAE están igual de preocupados que nosotros. La Secretaría de Ciencia y Técnica también expresan su preocupación pero con eso no alcanza. Son funcionarios de este gobierno, que tiene otros objetivo distintos del desarrollo científico técnico. Están más abocados, más que otros gobiernos, al extractivismo, fundamentalmente del sector energético, y la CONAE para ellos no es una prioridad. Al igual que las universidades públicas o CONICET”.
Baum fustigó las políticas de ciencia y técnica que se vienen desarrollando porque “hay una situación de desgaste, tanto en nuestro organismo como en VENG, que se arrastra desde antes de este gobierno, cuando se produjo un descalce de los salarios en toda el área científico-técnica que generó una fuerte salida de trabajadores”.
Pero recalcó que es a partir de la actual administración nacional que el vaciamiento se hace más evidente. “En 2024 despidieron 10 contratados, de una planta de personal de 274 en CONAE. En VENG hay un plantel de 460 trabajadores, de los cuales en Córdoba residen 390. El total del complejo entre CONAE y VENG alcanza las 650 personas”.
El dirigente alertó que “por el nivel de implicancia y sinergia entre VENG y CONAE es tal que si hoy dejan de trabajar VENG la propia CONAE deja de funcionar porque el mantenimiento de la infraestructura, de los equipos generadores eléctricos, de la climatización de los servidores de la base aeroespacial, cuestiones básicas de funcionamiento, es total”.
En ese sentido, consultado sobre la condición de la empresa estatal VENG, que fue puesta afuera del listado de empresas estatales a privatiza en la conocida como Ley de Bases, “sucede lo mismo que en Aerolíneas Argentinas. El gobierno no tiene palabra, negocia cosas que después no cumple. Como VENG no está en la lista de privatizables por eso parece que su estrategia es el cierre de la empresa para que después otro ocupe ese espacio”.
Por último, Baum reclamó que revertir la situación actual porque “no deben desperdiciarse 60 años de inversión del pueblo argentino, que comenzó en la década del ’60, que por una mala gestión de un mal gobierno puede terminar todo en el tacho, como ya sucedió en Córdoba con el Proyecto Cóndor”.