(fuente: ctaacordoba.org)
“Quien no dio todo, no dio nada”
Eso es lo que manifestaba una de las referentes de la medicina popular en la Argentina. Militante revolucionaria, luchadora del campo social y de una noción sanitarista de la salud. Dedicó su vida al cuidado de sus compañeros y la disputa por un mundo mejor.
Nacida en Sampacho el 1º de julio de 1926. Su primario lo hizo en Córdoba; su secundario en Buenos Aires. Irma Leonor Laciar de Carrica. Enfermera profesional e instrumentadora quirúrgica. Docente en la Facultad de Medicina. Trabajó siempre e incansablemente para dignificar la salud pública y el derecho a la salud de todos los argentinos, lo que el ganó el reconocimiento de ser conocida como “La Enfermera de los Pobres”.
Llevaba a sus alumnos de enfermería a recorrer las villas para que vieran de motu propio como vivía esa gente que ellos debían ayudar a sanar. Estuvo asistiendo en Plaza de Mayo, el 16 de junio de 1955 a los heridos por las bombas y la metralla gorila y le contó a su hijo “Pelusa” -lamentablemente fallecido- que ella nunca olvidó ese trolebús despanzurrado por la explosión y los chiquitos muertos en tanto su maestra, ya sin piernas rogaba que los salvaran a ellos.
Otra vivencia que la marcó fue observar a los médicos cajetillas que durante el peronismo eran fervientes peronistas y luego de la “Libertadora” pasaron a ser fervientes antiperonistas y que con sus coches que estaban en las calles internas del Hospital Rivadavia, ataron con sogas los bustos de Perón y Evita, que eran las figuras que habían puesto los trabajadores del hospital. Los arrastraban entre cantos y burlas, brindando con champagne, mientras los compañeros de ella, los trabajadores, lloraban.
Estos hechos y después el asalto a los sindicatos obreros, los fusilamientos de José León Suárez, la llevaron a ser militante de ATE y luego del ’55 sumarse a la Resistencia Peronista. También defendió los derechos humanos de los presos políticos y sus familias. Se sumó a fines de los ’60 a la CGT de los Argentinos. Militó codo a codo con los pibes de la JP Montoneros y sumó sus esfuerzos a la construcción del Partido Peronista Auténtico (PPA). Secuestrada-desaparecida en Capital Federal (Barrio de Liniers) el 18 de abril de 1977 a la edad de 53 años, por un comando conjunto de Policía Federal y Ejército al mando del Teniente Coronel Gatica, por entonces Jefe del Regimiento Patricios.
Recordada por familia, alumnos, colegas y compañeros de la siguiente manera: “Porque amaba la vida luchó por un mundo mejor; porque hoy no está con nosotros la recordamos asumiendo el compromiso de concretar sus sueños”. A su memoria, hay una placa colocada en la puerta de su casa, Palmar 6658, Barrio de Liniers en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Homenaje en Sampacho
Con la presencia del Secretario General de ATE y la CTA Autónoma Córdoba, Federico Giuliani; su par de Río Cuarto, Rafaela Alcoba; y el Intendente Franco Suárez -reelecto en los comicios del 2023-, se inauguró el 12 de diciembre del 2022 en Sampacho una placa homenaje a la compañera detenida-desaparecida Irma Laciar de Carrica -nativa de esa localidad distante 48 kilómetros de Río Cuarto- en lo que constituyó un emotivo acto de reconocimiento a una militante cabal que nos legó para siempre su frase de cabecera: “Quien no dio todo, no dio nada”.
Fue una actividad en conjunto con la Municipalidad, el Consejo Directivo Provincial (CDP) de ATE Córdoba, la Seccional del Sindicato de Adelia María y la Seccional de ATE Río Cuarto.
Luego del acto, Giuliani afirmó: “En Sampacho, al sur de Córdoba, inauguramos una placa en homenaje a nuestra compañera desaparecida Irma Laciar de Carrica. Fue colocada en el Hall de Enfermería del Hospital Municipal de esa localidad”.
Y agregó: “Pensamos con los compañeros y compañeras que era justo y necesario hacer una manifestación de reparación histórica de la memoria de una militante ejemplar en su pueblo natal”.
“Irma Laciar de Carrica, madre del inolvidable compañero de ATE y la CTA, Héctor ‘Pelusa’ Carrica, fue una de las referentes de la medicina popular en nuestro país. Luchadora del campo nacional, popular y revolucionario y de una impronta sanitarista de la Salud. Dedicó su vida al cuidado de sus compañeros y la disputa por un mundo mejor, más justo, libre y solidario”, concluyó.