Un importante grupo de trabajadores y trabajadoras de la SENAF, que se desempeñan en el Complejo Esperanza tomaron la decisión de sumarse a ATE, encontrando una organización gremial que atiende la necesidad de canalizar sus reclamos de condiciones laborales, ignorados por el SEP durante más de dos décadas.
Ayer se realizó una reunión en sede de ATE entre el secretario de Formación del Consejo Directivo Provincial, César Theaux, y de Finanzas, Ricardo Reyna, con dos trabajadores para afinar detalles de la inserción de nuestro gremio en el sector.
Las y los compañeros denuncian que se encuentran encuadrados como personal administrativo a pesar de desempeñarse como guardias de niños en situación de encierro. “Comencé como becario en 1999, en el 2000 nos contrata la SENAF y en el 2002 pasamos a planta permanente, dentro de un régimen que siempre atentó contra de nuestra condición laboral”, denuncia Sergio Piedra, trabajador y afiliado de ATE.
“El anterior secretario de SENAF, prosigue, nos castiga modificando nuestro régimen de trabajo, que siempre fue de 24 x 72 por trabajar con niños en situación de encierro, llevándolo a un régimen de 12 x 36, que al final llegan a ser 15 x 57que es el régimen de guardia actual”.
Con esta mecánica, las guardias redujeron a la mitad la cantidad de trabajadores para atender la misma cantidad de chicos y garantizar su seguridad física. Además, en época de pandemia, todo el personal llegaba como podía porque no había transporte público y había compañeros que no tienen vehículo, para cumplir con el horario. Nunca recibimos algún reconocimiento de parte de la SENAF, ni cobramos el bono extraordinario pro ser declarados personal esencial.
“Pretendemos un régimen e jubilación diferente al de un administrativo porque nuestro trabajo implica otras condiciones y efectos sobre la persona. Desde mayo tomamos contacto con ATE, planteando esta situación e inmediatamente comienza a trabajar, atendiendo casos puntuales de trabajadores contratados que no tienen derecho a carpetas médicas, haciendo lo posible para que los compañeros tuvieron la atención necesaria. El SEP nunca se acercó en 20 años a preguntarnos qué necesitamos”, concluyó.
El sector reclama un estatuto propio donde estar encuadrados que contemple las condiciones particulares de trabajo que tienen.