La medida fue dispuesta por ATE en todo el país en rechazo de los 130 despidos que aplicó el gobierno de Macri en el organismo.
En Córdoba el paro tuvo connotaciones propias por el despido de siete trabajadores. Desde la semana pasada el organismo se encuentra en estado de alerta y movilización, con grandes concentraciones frente a su sede central en reclamo del fin de los despidos y la persecución a los activistas y representantes sindicales.
La delegación cordobesa sufre un duro embate de las autoridades, al igual que las sedes de Bell Ville y Cruz del Eje. Además, las autoridades locales no aparecieron en los últimos 10 días, aduciendo que se encuentran “de vacaciones”, por lo que los compañeros no tienen interlocutores para canalizar sus demandas.
El vaciamiento del organismo es un golpe al desarrollo tecnológico industrial y pone además en crisis la certificación de la producción de materiales riesgosos que son de uso común de la población como metales y plásticos.
A pesar de estado de situación y la incertidumbre que rodea el destino de los trabajadores, los compañeros se manifiestan firmes en mantener el conflicto hasta tanto lo logre la reincorporación de los despedidos.
El INTI cuenta con más de 3 mil trabajadores en todo el país, la gran mayoría precarizados por los sucesivos gobiernos a pesar de los constantes reclamos de ATE y otras organizaciones sindicales.