Las dos plantas citas en Córdoba realizaron una medida de fuerza ayer, conjuntamente con las fábricas de Azul, Jachal y Fray Luis Beltrán, ante la falta de cumplimiento de los compromisos asumidos por el gobierno respecto al pase a planta permanente de los contratados y la concreción del convenio colectivo sectorial. Además, los trabajadores exigieron que el Senado apruebe la ley que elimina la figura de ‘sujeto a privatización’ del sector, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados.
En Villa María los trabajadores realizaron un corte de la avenida Savio y ruta 2, al frente de la Fábrica Militar en horas de la mañana y por la tarde mantuvieron -sin cortes- la protesta.
La medida de fuerza se resolvió en un plenario que convocó ATE y los establecimientos castrenses de esta ciudad, Río Tercero, Azul, Fray Luis Beltrán y Rosario, como así también en la sede central de Fabricaciones Militares.
“Vamos a ir endureciendo si no tenemos respuesta a nuestros reclamos”, dijo a los medios locales Walter Secondino, secretario General de ATE Villa María. En el polvorín el 90% de los trabajadores son contratados. “Actualmente, de los 450 que tiene FMVM, son unos 80 los de planta y están a punto de jubilarse, por lo que, de no concretarse el pase a planta, la totalidad de los compañeros serán precarizados”, agregó Fernando Mercado, secretario Gremial.
El segundo punto que motivó la protesta es la necesidad de un convenio sectorial, dado que actualmente están encuadrados como empleados de la administración pública y no intervienen en la negociación salarial. “Escuchamos a Aníbal Fernández y a otros funcionarios nacionales que están preocupados porque si se termina este Gobierno, se caen los convenios colectivos pero nosotros hace 20 años que luchamos por un convenio propio. Veníamos trabajando bien, logrando acuerdos parciales, pero sin el convenio específico todo queda en la nada”, afirmó el dirigente. “Nosotros somos una unidad productiva y por eso es necesario tener un convenio propio, diferente al de la administración”.
Además, los compañeros no ocultan su preocupación por la ley aún vigente aprobada en los años 90 y que declara a todas las fábricas militares “sujetas a privatización”.
“Nosotros hablamos el año pasado diputado por diputado y logramos que en diciembre de 2014 se le diera media sanción a la derogación de esa norma en la Cámara baja. Nos prometieron que a comienzos de este año iban a aprobarla en el Senado, pero todavía no pasó nada”, cuestionó Fernando Mercado.
“La derogación de esa ley la prometió el año pasado el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y nosotros vamos a seguir luchando hasta que lo logremos”, agregó.
En Río Tercero
Por su parte, los trabajadores de la Fábrica Militar de Río Tercero protestaron en la portería uno de la planta. Según dijo el secretario General de la seccional, Cristian Colman, incluyendo la Central Nuclear Embalse, hay unos 1.700 trabajadores contratados en todo el país. “Hay que derogar la ley que aún mantiene sujetas a privatización a las fábricas militares. Por otro lado, el convenio colectivo es una reclamo histórico del sector que tiene el compromiso de la Dirección, firmado por acta, y no se está cumpliendo hasta el momento”, subrayó el dirigente.
Los trabajadores también reclaman la equiparación salarial de los compañeros de la nueva fábrica de Jachal, recientemente inaugurada, cuyos habares están por debajo de lo que se cobra en el resto de la plantas.