Ante el traslado del personal de las CAPS (Centros de Atención Primaria de la Salud) dependientes del Ministerio de Salud de la provincia, ATE hace público el rechazo a la medida oficial, que significa un destrato a las y los trabajadores ya que se trata de una medida autoritaria, que impone un cambio de destino y el abandono de territorios donde hace dos décadas están atendiendo la demanda sanitaria de las comunidades.
Al mismo tiempo, los CAPS quedan sin personal de atención, en una política en sintonía con medidas de ajuste y el recorte presupuestario.
Conforme las versiones que echaron a correr los funcionarios del área en el transcurso de los próximos 60-90 días, las y los trabajadores deberán elegir algunos de los hospitales provinciales ubicados en Córdoba Capital, en tanto las y los profesionales de trabajo social y psicología pasarían a depender de la Dirección de Salud Mental. La resolución trasladaría la infraestructura de las CAPS a la Municipalidad.
Este embate verticalista y autoritario a la salud pública expresa el recorte presupuestario, el desmantelamiento y vaciamiento sanitario, al mismo tiempo que recarga el segundo nivel de atención.
Esta medida, sumada al recorte en salud mental no hace más que profundizar un proyecto de devaluación de la clase trabajadora y de la salud pública.