
En un hecho de gravísimas consecuencias para la convivencia democrática en Córdoba, el fiscal provincial Emilio De Aragón prosiguió hoy con el acoso judicial contra el secretario General de ATE Córdoba, Federico Giuliani, y ordenó el allanamiento de su domicilio particular así como de la sede gremial de ATE Río Cuarto.
Fuerzas policiales realizaron los allanamientos al mediodía y le retuvieron a Giuliani su teléfono particular, en base a una causa abierta por el fiscal, aparentemente fundamentada en la represión policial sucedida el pasado 25 de mayo en la esquina de avenida Vélez Sarsfield y 27 de abril, cuando efectivos que custodiaban el acto partidario del Presidente Javier Milei, la emprendieron con gases lacrimógenos y disparando balas de goma contra la multitud que se encontraba en el lugar.
Giuliani junto a 14 compañeras y compañeros resultaron heridos de diversa magnitud, sin que mediara causa alguna que justifique el accionar represivo.
En un extremo propio de otros tiempos donde no se respetaba en Córdoba el derecho y la libertad de las personas, la policía le retuvo el teléfono celular uno de sus hijos de 9 años. Al mismo tiempo, se allanó el auto particular de la esposa de nuestro secretario General, junto a otro propiedad de ATE.
Cabe mencionar que De Aragón ya imputó el año pasado a Giuliani y a otros dirigentes sociales por el corte de una calle durante la Marcha contra el Hambre, que se realizó el año pasado. Dicha causa está elevada a juicio, dando cuenta que no es el único funcionario judicial disponible para aplicar las políticas represivas del Gobierno de Córdoba.
Desde ATE exigimos que De Aragón se deponga esta persecución de manera inmediata, devuelva los teléfonos a la familia Giuliani, junto al resto de sus pertenencias particulares, y respete la Constitución Nacional.