Las y los delegados del sector de salud de ATE Córdoba rechazaron las lamentables expresiones del gobernador que en un mensaje a los directores de hospitales les pidió “ejercer liderazgos” y “exigir a los empleados” manifestando que “no vienen las enfermeras y los médicos atienden siete, ocho o diez pacientes”.
En una demostración más de la pésima política sanitaria ejercida por el mal llamado “cordobesismo”, Martín Llaryora anunció la descentralización de los recursos para la gestión hospitalaria, cabe destacar que éste es un proceso histórico llevado a cabo desde Mestre en 1995 pasando por el financiamiento del BID de De la Sota hasta la actualidad.
Éste proceso denominado “descentralización” genera una transferencia sostenida de los recursos del estado al sector privado haciendo crecer la salud privada al ritmo de todas las prácticas que se derivan.
Mientras en los sectores privados digitalizan sus sistemas a través de estos recursos, el sector público sufre una desmantelación de su sistema pudiendo generarse cambios de condiciones únicamente cuando las y los trabajadores organizados cambian la correlación de fuerzas como en 2007 por ejemplo en el pase a planta permanente masivo en todos los hospitales de la provincia.
Otro ejemplo más del vaciamiento generado en el sistema de salud en Córdoba se encuentra en el reemplazo de las tareas propias de los trabajadores del sistema de salud por empresas tercerizadas. Pagando altos costos por tareas que pueden hacer los mismos trabajadores del sector público como cocina, ropería, limpieza, mantenimiento, farmacia, esterilización, etc.
En medio de todo este contexto desde el área de salud de nuestra organización le realizaron la siguiente propuesta al gobernador:
También lo invitaron a “meterse realmente en los zapatos y en las circunstancias de los equipos de salud en los hospitales” dejándole las siguientes incógnitas: