Ayer por la mañana se llevó a cabo una nueva señalización del Hospital Santa María, para reinstalar un cartel vandalizado y reforzar el compromiso con la vigencia democrática de los DDHH tal como lo iniciara ATE, hace ya más de una década a partir de la iniciativa de las y los compañeros que integraron la seccional Santa María y cuya comisión directiva fue secuestrada por una horda de la Aeronáutica el 26 de mayo de 1976.
Ayer se rubricó ese compromiso con la iniciativa de la Secretaría de DDHH del Estado nacional, que envío un grupo de funcionarios para la ocasión. Tampoco estuvo ausente el intendente de la localidad, Darío Zanotti, dando cuenta de la dimensión institucional que tiene este reivindicación para la región.
Una delegación de ATE participó del acto, encabezada por nuestro secretario General, Federico Giuliani, e integrada por la secretaria de Prensa, Julia Giuliani, el director del Departamento de Culturas del Consejo Directivo Provincial, Martín Cagnani, el secretario de Formación y director del Departamento de DDHH, César Theaux, y el compañero delegado de ANAC, juan José Juárez. También se destacó la presencia del referente de la CTA Punilla juan Pablo Pozzi.
Valió la oportunidad para reivindicar a compañeros y compañeras, como Carlos Alberto ‘Lito’ Carranza, Nora Cendra, Marta Fontana, el Negro Albornoz, integrantes de aquella CD de Santa María que protagonizó no solo un proceso de índole gremial muy importante en la década del ’70, sino también de carácter terapéutico para la atención de las y los pacientes que padecen enfermedades psiquiátricas y que estaban internados en el centro de salud.
Al menos un pabellón del complejo estatal fue utilizado para secuestros y torturas durante el terrorismo estatal, rescató la crónica periodística para la fecha. “La señalización de este centro clandestino de detención la venimos trabajando junto al Archivo Provincial de la Memoria y la Dirección Nacional de Sitios de Memoria, y es el pago de una deuda pendiente para con los compañeros que permanecieron secuestrados allí durante un año o un año y medio, según los testimonios”, señaló la activista Cristina Bustamante.
Vale señalar que el cartel señalizado está ubicado en Costanera y Cetrángolo, en el ingreso al que en ese momento era el Hospital-Colonia.
Giuliani: aquellos luchadores nos siguen inspirando
A la hora de los discursos, Federico Giuliani reivindicó la lucha de Carranza y de el activismo de ATE de la década del ’70, en el marco de la lucha social que se llevó a cabo entonces, donde el movimiento obrero tenía un rol central para construir una patria socialista, justa, libre y soberana.
El dirigente destacó “la trascendencia de marcar este sitio como lugar de tortura, la importancia de homenajear a los protagonistas que dieron su vida por un país distintos, por una patria socialista, y entender que acá no solo se torturó sino que, como venimos planteando desde hace mucho tiempo de ATE, el reconocimiento a este hospital como trinchera de lucha, como refugio de sueños y construcción de vínculos, amores y solidaridad”
“Hubo una comisión directiva de nuestra ATE que sufrió la persecución, el secuestro, la tortura, la cárcel, el oprobio en las mazmorras de la dictadura cívico-militar-eclesiástica y oligárquica. A nuestra sede sindical que estaba muy cerquita fue dinamitada por las 3 A, nuestra Comisión Directiva secuestrada el 26 de mayo del ’76. Pero debemos entender que la dictadura genocida dio el golpe en la columna vertebral del proyecto de la patria socialista que era el movimiento obrero. Por eso 70% de las y los presos políticos, desaparecidos, caídos en combate, exiliados eran miembros de comisiones internas, delegados, de comisiones directivas, porque el ataque no fue contra las personas individuales, los militantes en particular. Fue a la organización sindical”, remarcó Giuliani.
Y recordó que “en este hospital no solo se planteaban mejores convenios colectivos de trabajo, salarios o condiciones de laburo, sino que nuestra ATE promovía un nuevo modelo de salud mental, pionero en Latinoamérica y evidentemente nuestras compañeras y compañeros hoy presentes, como Lito Carranza, Nora Cendra, Marta Fontana, el Gringo Sassatelli, el negro Albornoz, que son nuestros mejores exponentes sobrevivientes de esta época, no dejaron su vida para tener un capitalismo más serio, no para un capitalismo humano, no para que paguemos la deuda externa al FMI, sino para construir una patria socialista inclusiva, emancipada, liberada para todos y todas”.
Giuliani cerró su alocución remarcando que “a pesar de los golpes, de la tortura, del miedo, de los caídos, como dice el canto, no nos han vencido, las alas siguen intactas”.