Nueva Ministra de Salud: los cambios de nombres exigen también cambios de las políticas públicas
El despido disfrazado de renuncia del ex ministro de Salud de la Provincia, Diego Cardozo, y la designación de su viceministra, Gabriela Barbás, como nueva titular de la cartera sanitaria abre la posibilidad de que el Gobierno de Córdoba inaugure una etapa nueva, con políticas renovadas que dejen atrás el desastre que estamos viviendo en términos de la salud pública, que se expresan en la pésima gestión de la tragedia del Hospital Neonatal.
No olvidamos que Barbás fue parte fundamentaL de la gestión defenestrada de Cardozo y que su nombramiento puede significar una continuidad de la política actual x otros medios.
Pero también es una oportunidad para comenzar un periodo donde la transparencia ilumine las políticas públicas y no la opacidad, el silencio y las presiones sobre los equipos de salud, que sufren años de malos tratos, pésimos salarios y precarias condiciones de trabajo.
En sus primeras declaraciones a la prensa, Barbás dijo que se propone “poner de nuevo en valor el trabajo de los equipos de salud”, admitiendo claramente que las y los trabajadores han padecido una grave desvalorización, menosprecio que también se expresa en la falta de reconocimiento de las organizaciones sindicales que eligieron libremente con legítimo derecho, conforme la legalidad vigente.
Hoy los equipos de salud tienen en la mesa paritaria a un gremio que no los representa, mientras quedan afuera las organizaciones que son representativas de sus intereses y anhelos.
Para que la renovación de funcionarios sea efectiva, frente al desastre que nos encontramos, son necesarios cambios profundos. De lo contrario se tratará de otro show pensado para la prensa donde cambian figuras para que nada cambie.
Eso no le sirve a los equipos de salud, a la comunidad en general y tampoco a las familias del Hospital Neonatal que esperan justicia.
Federico Giuliani
Secretario General
ATE Córdoba