El Intendente de Las Vertientes, Miguel Ángel Melano, acordó y firmó el pasado 21 de julio un compromiso de recomposición salarial para las trabajadoras y trabajadores municipales con las máximas autoridades de ATE de la Seccional Adelia María -el Secretario General Diego Villegas y el Adjunto, Roberto Sánchez- y con el delegado local de ATE, Waldo Romero. Según consta en el facsímil que reproducimos al final de esta nota, el funcionario comprometía al Estado Municipal a otorogar un 23 por ciento de aumento salarial para lo que resta del año (en dos tramos, uno en septiembre y otro en diciembre de este año). Ello, sumado al 20 por ciento de aumento del primer semestre, permitía a quienes trabajan en la localidad contar con una paritaria realista en virtud a la pérdida del poder adquisitivo experimentada en los últimos tiempos.
Hasta allí, hechos racionales que no llaman la atención a nadie: el deber de todo funcionario público es arbitrar los medios para que las tareas que cada Estado deba garantizar se cumplan y, para ello, el sostener a la planta de trabajadores con salarios acordes a la realidad no es más que el deber que le toca. Sin trabajadores correctamente remunerados no hay posibilidad de Estado y, menos, de un Gobierno del Estado.
Sin embargo, a la luz de los hechos, la racionalidad no es algo que parezca primar en el entendimiento del Intendente en los actos sucesivos a la firma del compromiso con el gremio de representación mayoritario dentro de sus trabajadores, la Asociación Trabajadores del Estado -que cuenta con una vasta experiencia de 95 años de historia representando a las trabajadoras y trabajadores de los Estado en nuestro país; y que, además, cuenta con la Personería Gremial número 2 de la Argentina-. El intendente, impulsado por las presiones de otros intendentes de la región -según las declaraciones vertidas por el Sr. Melano al Dario Puntal en el día de hoy, donde dice que el acuerdo “le valió decenas de consultas de sus pares de la región, quienes lo cuestionaron de cómo podía haber acordado una recomposición salarial tan elevada”-, decidió que era mejor mentir e inventar una historia donde el sindicato, de mala fe, le hizo firmar un documento a lo cual él “inocentemente” accedió. No conforme con eso, inventó luego un supuesto “pedido de disculpas” de las autoridades de la Seccional que “faltaron a su palabra” y, lo que es más grave aún, comenzó con las persecuciones a afiliadas y afiliados a ATE. Esta semana, trabajadoras y trabajadores de la localidad informaron que el funcionario adelantó en reuniones informales que no habría horas extras, préstamos ni adelantos de sueldo para quienes estén afiliados/as a ATE.
Esta conducta persecutoria, discriminatoria, patoteril, autoritaria, contraria a la Constitución Nacional, a toda la legislación laboral vigente y a los tratados internacionales de no discrimación por cuestiones de sindicalización -entre tantas otras causas- suscriptos por nuestro país ante la OIT -y otros organismos internacionales que regulan la materia- deberán cesar inmediatamente y, con hechos, demostrar -si es su intención- que no existieron tales amenazas y actitudes intimidatorias. Nuestro gremio NO ADMITIRÁ NI UNA ACTITUD PERSECUTORIA de parte del intendente ni de nadie.
La mitomanía es un comportamiento patológico donde quien lo padece miente como conducta recurrente sin por ello obtener ningún beneficio personal: son creaciones inconscientes de acontecimientos fácilmente refutables. Una nota firmada por el intendente desarma la mentira de que no se arribó al acuerdo nombrado al comienzo de la nota ya que entendemos la total capacidad de discernir con la que cuenta el mandatario; la buena fe con la que actúa nuestro sindicato al comunicar actos de gestión se basa en que dicho acto existió -su firma lo prueba- y lo que corresponde al intendente es enmendar, con buena fe, este derrotero de mentiras.
Que diga que cede ante las presiones de sus pares intendentes; que demuestre -sosteniendo estas mentiras- que el compromiso con cierta corporación de mandatarios municipales a la que él mismo pertenecería -tal describe en el artículo de prensa- es mayor que su palabra y su firma en un acto administrativo llevado adelante formalmente en su propio despacho. Que dé cuenta, retractándose, de su integridad de raciocinio y asuma que las mentiras sistemáticas de estos últimos días tienen un argumento político; o, caso contrario, deberemos dudar no solo de su política sino también de su propia razonabilidad.
Sr. Intendente: cumpla su palabra, cumpla con lo que firmó que no es más que una recomposición salarial lógica. Y, sobre todo, cese con la persecución gremial, con la violencia: no hacerlo lo ubica fuera del amparo de la Constitución Nacional y los tratados internacionales, invistiendo una gravedad institucional de magnitudes significativas contra las cuales no creemos quiera atentar.
Facsícimil de la nota firmada por el Secretario General de la Seccional de ATE Adelia María, Diego Villegas, el Adjunto, Roberto Sánchez, y el delegado del sector, Waldo Romero. En tanto, por la comuna, estampó su firma el Intendente, Miguel Angel Melano, y el Secretario de Gobierno, Juan Carlos Melano.
Acuerdo Salarial Municipal firmado por ATE y el Intendente de Las Vertientes