Una realidad para cambiar
Por Luis
Barcena, secretario de Interior del CDP
Hace 8 años la Secretaria del Interior empezó a reconstruir y a caminar la provincia de Córdoba, tratando de instalar ATE en
cada municipio, tarea dura en el marco de gobiernos municipales de distintas
extracciones políticas pero en una misma línea de política laboral para con los
trabajadores municipales: el trato autoritario, la violencia de sus punteros en
ejercicio de funcionarios, las amenazas constantes.
Por todo esto y
más, la conducción de ATE ha tomado la decisión de instalarse en los distintos
municipios del interior provincial, para desterrar el miedo y la dependencia de
gobierno de turno, para crear una política propia desde los trabajadores que rompa
la inhibición de la timidez, el miedo y la dependencia, herramientas que
utilizan los intendentes para tener sojuzgados a los planteles de municipales.
Los
trabajadores cuentan con este espacio como herramienta válida para establecer
sus reivindicaciones, tanto salariales como en cuanto a condiciones laborales, a
través de la lucha colectiva para bregar por una vida digna. No podemos
permitir que los jefes de gobierno sigan avanzando y nos arrebaten nuestras
demandas laborales, debemos organizarnos para impedir que nos sigan
amedrentando.
Hoy los salarios de los trabajadores municipales del interior provincial están por
debajo de la canasta básica: el 75% de los haberes se encuentran por debajo del
índice de pobreza; de ese porcentaje, el 40% por debajo del índice de
indigencia. Esto significa que este 75% no tiene estabilidad laboral, están con
contrato directo con el municipio, como
monotributistas, subsidiados, jornalizados o con planes, ya sean
provinciales o nacionales. La inmensa mayoría son trabajadores no
registrados.
ATE lucha por
el pase a planta permanente, por un salario digno, que se garanticen las
condiciones de trabajo, para que no haya mas accidentes laborales y se cuide la
integración física del trabajador.
Entre las prioridades de nuestra organización vale señalar como imprescindible desterrar
la violencia laboral, el acoso, el mal trato. Esta situación se repite en gran
parte de los municipios y es origen del gran numero de trabajadores solicitan
el cambio de sector o carpetas medicas psicológicas. Esta problemática se
expresa en el estrés laboral, más aun entre las mujeres que no ven respetados sus
derechos, como la licencia por maternidad
De la misma forma, hay incumplimientos manifiestos con el cupo e incorporación de
trabajadores discapacitados, como política pública contra la discriminación.
La autonomía de cada municipio, establecida constitucionalmente en 1994, tiene por objetivo
mantener criterios propios respecto a políticas provinciales o nacionales, pero
los intendentes la utilizan para sus propios intereses, impidiendo a los trabajadores
presentar sus reivindicaciones, tanto sociales, institucionales o respecto a políticas
públicas.
La legislación que regula a los trabajadores estatales, sin importar a qué nivel de
administración pertenezcan, establece claramente que los compañeros tienen la
libertad de organizarse, de agremiarse, de poder elegir a sus delegados, optar
por el gremio que los represente, en un marco de libertad y democracia sindical,
de ejercer la pluralidad y el derecho a la democracia en la mesa de relaciones laborales.
ATE reivindica al Estado como ámbito de ejercicio de la democracia en las relaciones
laborales, cosa que rechazan la mayoría de intendentes o presidentes comunales
ya que son los principales responsables por la integridad física y psicológica del
trabajador, de las malas condiciones en que se trabaja, la falta de
nombramiento en las áreas más criticas como el sector de salud, y la carencia
de recursos para garantizar un mejor servicio pera con nuestros ciudadanos.
No podemos permitir que los Jefes de Gobierno sigan avanzando y nos arrebaten los derechos
y toda reivindicación a favor del trabajador. Decimos de ATE que existe la
mejor mano de obra calificada, porque todos/as demuestran que brindan como
trabajador municipal el mejor servicio y la mejor voluntad hacia la sociedad: desde
los compañeros que limpian la calle, la recolección de basura, los del corralón.
Todo a pesar que se pagan diferidos
sueldos de hambre, sin contemplar los adicionales por tareas riesgosas, peligrosas
o insalubres, a los que no son de planta permanente.
De la misma forma, los trabajadores de la salud sufren la falta de licencias sanitarias que
les corresponde por ley. Sin embargo, continúan mostrando la buena
predisposición para cubrir los servicios, con solidaridad con los más
necesitados. Queda demostrado que el que sostiene el sistema de servicios en el
Estado Municipal es el plantel de trabajadores.
Los trabajadores seguirán organizándose en ATE para combatir el trabajo precario, en negro, para
luchar por salarios que dignifiquen una vida mejor para la familia de los
municipales. Reclamamos que el ajuste no pase por los trabajadores porque no
queremos más emergencias económicas inventadas para aplicar políticas en contra
de los compañeros.
En ese camino va nuestra propuesta de un convenio colectivo de trabajo único para el sector, una
decisión a partir del crecimiento de ATE que se advierte en todo el territorio
de Córdoba. Estamos realizando elecciones de delegados, en función del
crecimiento de las afiliaciones en diversos municipios, como en Cruz del Eje
donde nuestro gremio abrió recientemente un local, que expresa el incremento de
la presencia territorial de ATE en el noroeste provincial.
De la misma forma, el sur de la provincia experimenta la incorporación de municipales, que
están contenidos en la seccional Río Cuarto. Los últimos compañeros que se
sumaron a nuestra organización provienen de La Carlota y Villa Valeria.