Se realizó en el Hospital Colonia Santa María de Punilla, Córdoba, un homenaje a los trabajadores sobrevivientes de la dictadura, que fueran secuestrados y mantenidos cautivos en un centro de detención clandestina perteneciente a la Fuerza Aérea. En el acto rememoró aquellos oscuros días, al tiempo que se refrendó el reclamo por un nuevo sistema integrado de salud.
(Córdoba, 26-05-2010)
Por katy Gracía
A 34 años del secuestro, tortura y cárcel sufrida por decenas de trabajadores entre los que se encontraban los integrantes de la comisión directiva de la seccional Punilla de ATE, se realizó un acto en conmemoración de los sobrevivientes, en la Plazoleta Central del Hospital Colonia de Santa María
En una fría mañana unas 150 personas participaron de la actividad organizada por ATE, con la colaboración de la Mesa Permanente por los Derechos Humanos de Santa María de Punilla y localidades aledañas y la Asociación de ex Presos Políticos delegación Punilla.
Así mismo se realizó una señalización, descubrimiento de placa recordatoria y la proyección de un video documental. No solo hubo emoción. La necesidad de un sistema integrado se salud universal y de otros derechos atravesó el acto.
El acto contó con la presencia de Julio Fuentes, secretario Adjunto del CDN, María Teresa Romero, secretaria General del CDP, Oscar Cacho Mengarelli, secretario General de CTA Córdoba, funcionarios de gobierno y miembros del Archivo Provincial de la Memoria. En uno de los establecimientos de la colonia funcionó durante la dictadura un centro de detención clandestina controlado por la Fuerza Aérea.
El 26 de mayo de 1976, un megaoperativo militar secuestró a 70 compañeros, quienes fueron maltratados en el hospital, trasladados al Campo de la Rivera y posteriormente ‘legalizados’ en la Penitenciaría de San Martín.
En nombre de ATE nacional Julio Fuentes valoró la presencia de funcionarios públicos en el homenaje porque “le otorga otra dimensión”. “Para nosotros no es menor que estén las escuelas, autoridades y organizaciones porque los poderosos han negado nuestras luchas”. En ese sentido estimó que es importante que “en los documentos y declaraciones de las instituciones públicas esto quede plasmado porque contribuirá a la memoria”
En ese sentido, Fuentes reivindicó la valentía de los dirigentes que actuaron en esa época porque enfrentaron a la dictadura poniendo en juego su vida. “En ATE teníamos hombres como éstos –valientes- pero también había de los otros: los traidores. En aquél momento el gremio estaba en manos de Juan Horvach que no hizo nada al respecto. Incluso hubo un congreso en La falda y no se tocó el tema”, ejemplificó.
“No nos doblaron”
Carlos Alberto Carranza, en ese entonces secretario general de la comisión directiva de la seccional, recordó que “éramos un grupo de jóvenes cargados de compromiso, mística, solidaridad y esperanza no solo en la búsqueda de reivindicaciones porque por mucho tiempo fuimos la sana envidia de compañeros de esta región. Pero nuestro compromiso iba mucho más allá: con la calidad de vida y la dignidad que se merecían los enfermos mentales que eran la razón de nuestro trabajo, no nos quedábamos en la chiquita, íbamos por más”, subrayó.
En esa línea ponderó el accionar profesional y técnico que los convirtió en un centro de salud mental que brindaba prestaciones de calidad en el país. “Un 26 de mayo, un día tan nublado y tan frío como hoy, apareció la garra artera disfrazada por los hombres que representaban a las FF AA que no solo vinieron a aplastar nuestros proyectos sino a parar este trabajo con otras organizaciones porque estábamos luchando por una pluralidad ideológica”.
Más adelante recordó cómo lograron con la lucha que la primera detención clandestina del doctor Alberto Sassatelli fuera blanqueada. “No nos han doblado”, afirmó y trajo a la memoria la panfleteada realizada por la Triple A, los intentos fallidos de secuestro contra su persona y “la torpeza verbal y amenazas del brujo López Rega que nos citó para amenazarnos, para que paráramos el avance de nuestra organización. Tampoco pudieron cuando destrozaron el local sindical con una bomba de trotyl y cuando amparados en la noche asaltaron la casa del compañero Julio García junto a sus tres niños”.
Manifestó también que se siente esperanzado cuando observa “a los miles de jóvenes y a militantes de ATE luchando por la justicia social”. Un fragmento del tema La Cigarra clausuró el discurso. “Cuantas veces me mataron y sin embargo estoy aquí resucitando…Y digo: ¡hay tiempo para las utopías, para el amor Carajo! Porque arde la llama de los jóvenes de ATE en su lucha por lograr la identidad y la democracia”.
Seguidamente y en representación de la secretaría de Derechos Humanos de la provincia tomó la palabra Juan Villa. El ex dirigente de Perkins condenó al Golpe de Estado y dejó en claro que “aquí hubo una lucha de intereses y nosotros como movimiento obrero les molestábamos porque veníamos de la CGT de López y de Tosco”.
Señaló además que muchos de los presentes participaban de la Mesa de Gremios en lucha. “Cuando ellos nos reprimieron no hacían distinciones”, advirtió y llamó a la unidad. Ponderó el trabajo que realizan los trabajadores de la Comisión de la Memoria en la recuperación y construcción de la memoria colectiva. Sara Waitman habló en representación del Archivo Provincial de la memoria. Ex presa política, sostuvo que si bien ese sitio estaba integrado por organismos de derechos humanos y de los poderes del estado le pertenecía al pueblo y convocó a todos a colaborar en la construcción colectiva.
Recuperar derechos
Por su parte, el médico psiquiatra Alberto Sassatelli eludió las presentaciones formales y se dirigió a los “compañeros”. Visiblemente emocionado apeló a la sabiduría popular para explicar este momento: “Perdoná si al evocarte se me escapa un lagrimón. Eso es lo que pasa cuando veo compañeros de entonces que hoy siguen”, expresó desde el palco mirando a los presentes entre los que se encontraba el actual y anterior director del hospital.
Uno de los puntos salientes del discurso fue la apelación a la construcción de una memoria activa. “A veces cuando nos situamos en situaciones penosas les recuerdo que los que dieron la vida, la dieron para el futuro. No para que les construyamos mausoleos sino para que cumplamos sus sueños. Entonces, empecemos a pensar en que es lo que falta de ese sueño, y les digo: tenemos que recuperar un sistema de salud para todos, recuperar los derechos, recuperar la constitución para que deje de ser una letra muerta que enuncia lo que debería ser”, señaló.
Hizo referencia a los festejos por el Bicentenario y a los millones de jóvenes a quienes les tocará saldar cuestiones pendientes que en 200 años no se han cumplido.
Precisamente, una de ellas es el proyecto de un sistema integral de salud, gestado en Punilla luego convertido en ley y firmado por el general Perón. Rescató la figura del médico Baigorrí que luchó por plasmar esas ideas. “Tenemos que exigirle a peronistas y radicales que recuperemos esa ley”, enfatizó. “He pasado mi vida peleando por esto. Y como decía el cabezón (Carranza) no puede haber una lucha gremial desprendida de las demás cuestiones sanitarias”. Y remató con unas líneas del poema Elegía de Miguel Hernández.
El secretario de derechos humanos de la municipalidad de Córdoba comenzó recordando que hace unos años había participado de otro homenaje en este lugar y que en ese momento se le vino una frase que hoy volvía a pronunciar. “De poetas y de locos todos tenemos un poco y me parece importante recuperar la locura porque los cuerdos generalmente quieren que todo quede como estaba. No son posibles los cambios revolucionarios sino incorporamos a nuestras convicciones un poco de locura”, disparó.
En esa perspectiva afirmó que un sesenta por ciento de los trabajadores en Córdoba llevaban consigo esa pizca de locura para intentar cambiar la sociedad capitalista en que vivían. “El mismo capitalismo que existe hoy” reflexionó. Y trajo al presente la lucha de los trabajadores de ATE que “continúan perseguidos porque no tienen siquiera el código de descuento”. Luego abundó en que “debe mantenerse esta memoria presente porque no basta con placas solamente. A la memoria hay que ejercitarla y actualizarla retomando las convicciones y poniendo el cuerpo en el compromiso concreto”.
Sobre el método de la desaparición dijo que no era casual porque sin cuerpos no hay historia, no hay memoria, no hay cambios revolucionarios. “Por eso nuestra memoria tiene sentido porque traemos esos cuerpos, no para convertirlos en héroes, ni mártires, ni víctimas del pasado. Por eso, en la medida en que retomamos esas convicciones, en que incorporamos esas locuras, vamos a honrar la memoria no solo de los desaparecidos sino de otros como los que veo aquí mismo”.
Cerró el acto el secretario general de la CTA provincial Oscar Mengarelli quien abogó porque el ciclo de los derechos humanos acabe con la desnutrición infantil y promueva el trabajo decente. “A pesar de los genocidas, de las guerras del capitalismo, la amada vida siempre le gana a la muerte. Libertad, derechos, constitución, y derechos del pueblo. Por eso se los llevaron y por eso tenemos que continuar nosotros”, finalizó.
Tras la actuación de alumnos de la escuela local se proyectó el video institucional que narra esta experiencia de lucha y que pone el foco en cuestiones centrales como el derecho a la salud y a las organizaciones de los trabajadores atacadas ferozmente por la dictadura.