ATE acompañó la masiva convocatoria popular para escuchar la lectura de la sentencia a los dictadores genocidas.
En una jornada histórica, el Tribunal Oral Federal nº1 a cargo del Dr. Jaime Díaz Gavier, condenó a prisión perpetua a 28 represores en el juicio de lesa humanidad más grande del interior del país y en la que fue la causa más grande de la historia judicial de nuestra provincia.
Distintas organizaciones sindicales, de derechos humanos, partidos políticos, estudiantes, familiares de desaparecidos y víctimas del terrorismo de Estado le dieron un marco masivo a la lectura de la sentencia, la cual se transmitió en una pantalla gigante dispuesta frente a Tribunales Federales. Entre esas organizaciones estuvo ATE, con la presencia de miembros de la conducción del gremio y representantes de distintos sectores tanto nacionales como provinciales y municipales.
Fue notoria la presencia de estudiantes universitarios y especialmente de estudiantes secundarios, identificados con el uniforme de su colegio y de distintas agrupaciones en las que están organizados. Esto es resultado de la transmisión de la memoria y la conciencia social, ya que son estas nuevas generaciones las que continuarán ésta y otras luchas populares.
La sentencia
Además de las 28 condenas a prisión perpetua –entre ellas, la decimocuarta para Luciano Benjamín Menéndez y la primera para Ernesto Barreiro-, diez de los acusados fueron condenados con penas de 2 a 14 años de prisión. Finalmente, hubo cinco absueltos.
Las penas dejaron una sensación de conformidad entre quienes reclaman justicia en las causas por crímenes de lesa humanidad. Es para destacar que a varios de los acusados se los condenó, entre otros hechos, por desaparición de menores.
A futuro
Para el ámbito sindical, pone un manto de justicia sobre los hechos cometidos contra las víctimas, entre las que se cuenta un gran porcentaje de activistas sindicales. El desafío a futuro es profundizar el proyecto de país que quedó trunco en la década de los ’70 y recuperar los ideales de los compañeros desaparecidos para reforzar la organización de los trabajadores y la representación sindical en todos los ámbitos.