A punto de finalizar el próximo 25 de agosto el juicio de lesa humanidad de la mega causa La Perla, el Consejo Directivo Provincial convoca a afiliados, activistas y miembros orgánicos de ATE a participar de la vigilia que se realizará en las puertas de los Tribunales Federales de Córdoba para escuchar la sentencia.
Con las banderas, pecheras y símbolos identificatorios de nuestro gremio, rendiremos homenaje a aquellos compañeros víctimas del terrorismo de Estado perpetrado durante la última dictadura cívico-militar. Estaremos allí para reclamar que el tribunal a cargo de juzgar a los genocidas aplique las penas más altas contempladas por el Código Penal, dada la magnitud de la masacre que se juzga y el daño causado a las víctimas, sus familias y el pueblo de Córdoba en su conjunto.
Vale señalar que no se trató de víctimas en el sentido abstracto de la palabra, sino de compañeros perseguidos, secuestrados, vejados y asesinados por sus ideas políticas, su militancia y/o su compromiso por un país muy diferente al que vivimos hoy, con 30% de pobreza y pérdida de la autonomía nacional, donde la injusticia campea en cada uno de los miles de barrios pobres argentinos.
En ese marco, queremos recordar que la gran cantidad de los asesinados y desaparecidos integraron el movimiento obrero y que esa fue la causa principal de su muerte: el compromiso con el compañero.
Muchos de los casos emblemáticos para hacer referencia de compañeros como René Salamanca o Tomás Di Toffino podemos resumirlos en la causa donde se juzga la desaparición de Rosario ‘Charo’ Aredes, mamá de nuestro delegado municipal de ATE en Unquillo Antonio Aredes, delegada en el Frigorífico Mediterráneo y secuestrada el 26 de marzo de 1976, dos días después del golpe de Estado.
Este juicio llega para develar también las complicidades civiles, sobre todo empresariales, en la delación y posterior secuestro de compañeros, tendientes a acabar con muchas de las comisiones gremiales internas de diversos lugares de trabajo, como fue el citado Frigorífico Mediterráneo, o Renault o Perkins o Fiat, donde las patotas militares y policías tuvieron vía libre con auspicio patronal. Todo ello está sustanciado en este juicio.
Por eso, si justicia lenta no es justicia, igual preferimos esta lentitud a la impunidad que pretendieron vanamente célebres asesinos y ladrones de la calaña de Menéndez o Barreiro, por nombrar a dos de los más caracterizados delincuentes genocidas que azolaron nuestra provincia y que en pocos días tendrán su merecida condena.
Entendemos que llegamos a esta sentencia como resultado de un camino recorrido por el conjunto de la sociedad y de las organizaciones libres del pueblo, que tuvieron la entereza y constancia para lograr que la búsqueda de justicia se transforme en políticas de Estado. Sostenemos que estas políticas deben ser preservadas en el tiempo al margen del gobierno de turno.
En esa línea, nuestra presencia en Tribunales será un mensaje también para reforzar el papel investigativo de la justicia en los casos aun sin sentencia, sobre todo en aquellos donde el terrorismo de Estado tuvo la mano civil involucrada, incluso desde dentro del propio Poder Judicial.
Superar el pasado pisando los sólidos cimientos de la justicia y la verdad forma parte del esfuerzo colectivo para dejarle la patria que se merecen las generaciones futuras.
María Liliana Salerno
Secretaria General