(Córdoba, 18-11-2011)
Los trabajadores realizaron ayer una asamblea que deribó en una movilización dentro del predio aeronáutico. Denuncian pérdidas de fuentes de trabajo y acoso laboral de parte de las autoridades militares.
Ayer se llevó a cabo en el Instituto Universitario Aeronáutico (IUA) un abrazo solidario en el marco de la lucha sostenida por delegadas y delegados de ATE del sector en protesta por el vaciamiento institucional de esa casa de estudios.
Los trabajadores denuncian la implementación de políticas de gestión que llevan, por ejemplo, al cierre de cursos como la modalidad semipresencial de la carrera de Contador Público, que da por tierra con el esfuerzo y la labor de quienes diseñaron y sostienen esas modalidades.
Así, ATE reclamó por una significativa pérdida de puestos de trabajo como así también la privación de la formación a quienes opten instruirse por este medio.
También se planteó el repudio a una serie de actos de violencia laboral y de género ejercida contra las compañeras delegadas de ATE, puntualmente por el Secretario de Planeamiento y Gestión del instituto Comodoro Gustavo Astini.
“El conflicto ya va por su segundo año, con avances y retrocesos, pero siempre con la convicción de no dejarnos amedrentar por la prepotencia de estos personajes que sienten nostalgia por las dictaduras”, manifestaron las delegadas.
Acoso laboral
Las compañeras tomaron la decisión de organizarse en vista de las arbitrariedades cometidas por las autoridades del instituto que favorecen con privilegios (ascensos por manipulación en los concursos, otorgamiento de horas cátedra y ciertas “licencias y libertades”) a sus allegados y relegan a quienes “no rendían la debida ceremonia del homenaje”; tal como era costumbre en los sistemas feudales.
Debido a esta iniciativa de un grupo de compañeras y compañeros docentes y no docentes que decidieron poner fin a estas inequidades, las autoridades del instituto, en su mayoría militares, respondieron con persecución y hostigamiento que van desde la intervención no autorizada en los correos electrónicos, la quita de funciones y horas de clase hasta agresiones verbales y acoso sexual.
Marcha
Si bien estaba previsto un abrazo solidario al instituto, surgió en forma espontánea una asamblea en el hall de la Facultad de Ingeniería en donde acudió una nutrida presencia de alumnos de distintas carreras. Ello da cuenta de la necesidad de estos jóvenes de encontrar espacios de expresión y participación, como el primer paso hacia el desapego de esa odiosa doctrina de pasividad y sumisión irreflexiva a la autoridad, que con tanto ahínco algunos funcionarios y sus cómplices se empeñan por impartir para inhibir toda actitud crítica y racional de los futuros profesionales, como si estuvieran en un cuartel y no en una casa de altos estudios.
Cabe destacar que en el instituto está terminantemente prohibida toda organización estudiantil. En la asamblea se debatió sobre estos temas resaltando la necesidad de establecer un plan de acciones. También se hizo énfasis en la historia del IUA que fue concebido como una institución destinada a formar profesionales necesarios para el desarrollo de la industria nacional pero que, siguiendo el triste destino de los polos industriales a manos del neoliberalismo, devino en una fundación fantasma “sin fines de lucro” que instauró aranceles carísimos, a modo de instituto privado, donde toda idea de democratización es proscripta y rotulada de subversiva.
En ese sentido, se puso de manifiesto la necesidad de defender el prestigio del instituto y rescatar su conciencia de servicio a la comunidad y a la nación, no para beneficio de un grupo de personas que lucran y especulan desde hace décadas con este sistema.
Por último, se realizó el abrazo solidario en donde participaron docentes, no docentes, estudiantes, miembros del CDP ATE Córdoba y delegados de otras reparticiones. El evento fue cubierto por un móvil de Canal 12. Como nota de color, aunque de matices algo sombríos, fue inevitable la asociación de los términos Astiz-Astini, que mas allá de las semejanzas lingüísticas y fonéticas obedecen a una coincidencia a todas luces repudiable.