De cara a la organización del paro nacional del 19 de abril se realizó en ATE Córdoba un plenario de delegados nacionales con la presencia de la secretario de Organización Nacional, Silvia Leon. La dirigente resumió en una entrevista el tiempo que vivimos los estatales y las estrategias de organización gremial.

El plenario de trabajadores nacionales estuvo encabezado por nuestra secretaria General , María Liliana Salerno, y la secretaria de Organización del Consejo Directivo Nacional Silvia León, que, finalizado el encuentro, evaluó como “un plenario muy nutrido con compañeros y compañeras de distintos organismos del Estado nacional, que tenemos la responsabilidad de tratar de organizar en este momento tan crítico, con 10900 despedidos en el Estado nacional que se acumulan desde el 10 de diciembre hasta la baja de contratos del 31 de marzo”·
¿Cómo evalúan desde la conducción nacional la coyuntura?
Es un momento muy complicado por los compañeros que tienen las familias sobre sus espaldas y se quedan sin trabajo pero también es de mucho crecimiento para ATE porque nos hemos plantado frente al gobierno con una posición muy clara desde el comienzo. Por eso somos una referencia no sólo de lucha contra los despidos sino también de una posición firme contra los ajustes tremendos que el gobierno está imponiendo al pueblo trabajador.
El plenario tuvo un nivel de debate político muy bueno, recorrimos nuestra historia, de dónde venimos, la necesidad de organizarnos en el Estado nacional, con el respaldo importantísimo del plenario nacional de 700 delegados de todo el país, el pasado 30 de marzo, donde discutimos las estrategias de organización, crecimiento y democratización, que nos dio mandato al Consejo Directivo Nacional para convocar una medida de fuerza el abril.
El 6 de abril la mesa nacional definió un paro nacional para el 19 de abril, que será reforzado por una jornada de lucha de la CTA autónoma para la misma fecha. Para llegar con más fuerza vamos a convocar a distintos sectores, con dirigentes con gremios privados, con organizaciones territoriales que se movilizan el mismo día.
Todo esto frente a un gobierno que viene como una locomotora consolidando la transferencia de recursos a los grupos económicos. Sólo con las retenciones que el gobierno le devolvió a las mineras se podrían pagar los sueldos de 20 mil trabajadores estatales a promedio de 15 mil pesos por un año. Así que los despidos en el Estado no son un problema de reducción de gasto sino de transferencia de recursos en una clara direccionalidad de la política de este gobierno para priorizar la ganancia de esos grupos económicos, en detrimento de las políticas públicas para el pueblo.
En el plenario abordamos también las distintas estrategias para llegar a los sectores que hoy no están tan movilizados. No todos estamos con el mismo nivel de movilización, no todos tienen despidos, que tienen distintos niveles salariales dentro del Estado. La tarea es reconstruir la unidad de la clase trabajadora y del campo popular.
¿Esta desmovilización de algunos sectores, de cierta falta de solidaridad de clase, forma parte de la coyuntura o de un proceso más largo?
Creo que es un proceso. Charlamos en el plenario que debería estar en debate, pero aun no se inicia, es por qué después de 12 años de un gobierno que para una gran parte de la población fue avanzó en políticas populares, la mayoría termina dándole el voto como presidente de nuestro país por primera vez a un representante de los grupos económicos. Qué está pasando con las democracias latinoamericanas y con las democracias en general.
Además de la corrupción institucionalizada que es moneda corriente, la naturalización de ‘robaron pero hicieron’, tratando de convencernos que la corrupción es parte natural del poder, esa corrupción que va desde los organismos del Estado hasta las políticas de gobierno, sea en pequeña, mediana o gran escala.
Los trabajadores podemos y debemos hacer un debate autocrítico histórico sobre cómo construimos y consolidamos las democracias populares seriamente, con transparencia. Son debates que tenemos que animarnos a dar.
En los últimos años se profundizó la polarización sobre estar a favor o en contra, en las organizaciones del campo popular, desde los clubes de barrios y las sociedades de fomento hasta los sindicatos y los partidos políticos, cuando ese es un falso debate.
¿La coyuntura de enfrentar el ajuste puede superar esa polarización de las organizaciones populares?
Eso sin duda. Lo que también está es cómo enfrentamos, más allá de las diferencias, el plan de ajuste que hoy está siendo llevado a cabo por los distintos gobiernos de diferentes partidos políticos. La crisis y la resistencia popular en Tierra del Fuego se producen con una gobernadora del Frente para la victoria, lo mismo que en Santa Cruz, aquí con un gobierno del PJ, y el presidente que es del PRO. Entonces está claro que el ajuste lo aplican todos los gobiernos de todos los partidos políticos. Por eso debemos debatir como reconstruimos la solidaridad de clase, del campo popular, más allá de las diferencias que nos atravesaron y que nos siguen atravesando hoy.
En esto ATE se paró correctamente, generosamente, en la defensa de todos los trabajadores, más allá de las posiciones partidarias de cada uno, y así seguirá siendo.
Por otro lado, el gobierno tiene que entender que nosotros no vamos a cerrar ninguna etapa con trabajadores despedidos. Ayer tuvimos una reunión con Triaca (ministro de Trabajo) y con Ibarra (Andrés, ministro de Modernización) donde ellos plantearon abrir dos mesas de diálogo para profundizar el pase a planta, rever el Sinep… Está todo bien, vamos a participar de todas las mesas pero no vamos a aceptar que queden trabajadores en la calle.
Nos esperan tiempos de lucha y organización en cada lugar de trabajo, estamos muy orgullosos de la resistencia y organización de cada uno de nuestros delegados en esta pelea contra los despidos y con esa base de resistencia vamos a construir la fuerza que necesitamos para afrontar los tiempos que vienen.
No solo está la agenda de trabajadores en condiciones dignas, estables y con buenos salarios sino también para mayo nos proponemos entrar en debate con la comunidad sobre el modelo de estado que necesitamos. Nuestra razón de ser son los derechos de la comunidad, por eso están directamente relacionados nuestra situación laboral con los derechos de la comunidad. De allí viene la consigna que elaboraron los compañeros del Ministerio de Trabajo: nuestro trabajo son tus derechos.