Con el pecho hinchado de orgullo, la conducción de ATE Córdoba acompañó al compañero Julio García a recibir la distinción que la Casa de Estudios brindó a referentes de la lucha por los DD.HH.
García recibió un diploma de manos de la rectora de la UNC mientras el auditorio aplaudía a rabiar.
De esta forma, se rindió homenaje a un luchador de nuestra ATE que sufrió la cárcel durante la dictadura cívico-militar.
Don Julio integraba aquella conducción que encabezó por esos años Carlos ’Lito’ Carranza y que fue secuestrada por las fuerzas represivas de la Aeronáutica cuando ingresaron intempestivamente al hospital psiquiátrico Colonia Santa María, ubicado en el Valle de Punilla, y secuestraron a toda la plana de ATE de la seccional.
Integrante por entonces del Partido Comunista, supo tejer relaciones con el célebre Agustín Tosco, fue herido de bala al momento de su detención días antes que camiones cargados de soldados ingresaran al centro de salud, destacado entre el sistema sanitario nacional por la calidad de su atención y la combatibidad de la conducción de ATE.
Pasados los años, el homenaje público de la Universidad más antigua del país, que supo ser centro revolcionario y revulsivo al mismo tiempo, rescata el valor de aquellos luchadores y sirve de ejemplo para las sucesivas generaciones de militantes de nuestro gremio.
Su familia, sus compañeros y sus amigos nunca borrarán de la memoria el ejemplo de un militante de todas las horas.