(fuente: puntal.com.ar)
“El Derecho del Trabajo es mutante y vívido por naturaleza. Si se queda quieto, si se queda anquilosado, hay un problemón”, comienza explicando el abogado laboralista Eugenio Biafore, asesor letrado de ATE Córdoba, al describir el escenario de la normativa del empleo en Argentina, como respuesta a la sugerencia de que el marco legal permanece inalterable desde hace décadas.
Es que uno de los argumentos centrales que arrojan los voceros del oficialismo nacional y sectores cercanos es que los convenios quedaron desactualizados y muchos datan de la década del ‘70. “Por eso es que por los convenios colectivos de trabajo tienen reuniones empresarios y sindicatos todos los años”, agregó Biafore, antes de recordar que “en Argentina, más de 4.000 sindicatos todos los años discuten salario en una mesa de negociación que funciona y que es una extraordinaria muestra al mundo”.
-¿Pero ahí no sólo se discute salario?
-No, todo. Lo que pasa es que cuando se habla de modernización, no se habla de modernización productiva, ni de convenio colectivo, sino de cómo cambiar aquellas normas que no permiten transformar los mínimos inderogables o la renunciabilidad, o bajar el costo final que tiene el despido, o algunas reglas del trabajo que se entienden ya vetustas y que le agregan al empleador algunos costos que no está dispuesto a convalidar. Por ejemplo, la forma en que se pagan las vacaciones, las enfermedades, las licencias, los francos compensatorios. Es decir, la modernización laboral es entendida como el abaratamiento del costo laboral a través del cambio de la norma.
En esa línea, la abogada laboralista riocuartense, Cristina Azocar, remarcó que la idea de ampliar la jornada laboral “iría en contra de lineamientos internacionales que hablan de jornadas de descanso más extensas, de cuidar al trabajador, de debates en torno a la salud mental, el estrés laboral y sus consecuencias”, remarcó.





