*Por Federico Giuliani, secretario General de ATE Córdoba
(fuente: El Trabajador del Estado)
La provincia de Córdoba es el tercer distrito con más organismos nacionales. Durante los años más felices de nuestra Patria, con un proyecto de país liberado, se radicó aquí el polo tecnológico, científico, nuclear y productivo: Fábricas Militares, el Área Material Río Cuarto, FAdeA; CONAE, Dioxitek, Central Nuclear de Embalse, entre otros.
Las políticas de ajuste y vaciamiento del Gobierno de Milei y los grupos económicos concentrados provocaron despidos, retiros voluntarios y un éxodo de trabajadores ante salarios de pobreza. Como continuidad del plan de entrega de Martínez de Hoz, Menem y Macri, las sociedades estatales fueron transformadas en Sociedad Anónima Unipersonal (SAU), como Fabricaciones Militares, para facilitar su privatización.
En Córdoba hubo cesantías de laburantes con hasta 25 años de antigüedad. Se cerraron organismos como Agricultura Familia, ENACOM, INADI, Centros de Referencia, el Ministerio de Mujeres, entre otros. Es la expresión de una política centralista y unitaria que retira el Estado Nacional de los territorios federales.
Desde ATE Córdoba exigimos la reincorporación de los despedidos. Sólo habrá Justicia Social cuando cada trabajador y trabajadora regrese a su puesto. Estamos convencidos y obligados a defender el trabajo, el Estado y la Soberanía Nacional.
El desafío provincial
El “Cordobesismo” aliado de Macri y ahora en contubernio con Milei avanza con su propia agenda neoliberal. La conversión del Banco de Córdoba de De la Sota y de EPEC de Llaryora en sociedades anónimas, así como la Reforma Previsional de Schiaretti, son parte del mismo plan. La Administración Provincial del Seguro de Salud (APROSS), que debería cuidar la salud de municipales y provinciales, hoy es un negocio en manos de privados.
Trabajadores del Estado Provincial y de organismos nacionales sufren bajos salarios, precarización, hostigamiento y persecución. ATE ganó el juicio que permitió recuperar el código de descuento, y exigimos ser reconocidos en paritarias, frente a los acuerdos de entrega firmados por la burocracia del Sindicato de Empleados Públicos (SEP).
Llaryora no desentona con Milei: Votó a favor del sostenimiento del DNU y la Ley Bases. La criminalización de la protesta es parte del paquete. Lo sabemos en carne propia: Causas armadas, allanamientos, celulares secuestrados y una fianza de 10 millones de pesos para garantizar la libertad de quienes decidimos enfrentarlos.
La fuerza municipal
En diciembre de 2024 realizamos el Encuentro de Trabajadoras y Trabajadores Municipales de la Región Centro. Aunque con tonadas distintas, compartimos luchas comunes. En Córdoba tenemos presencia en más de 100 municipios y comunas.
La realidad de los municipales es crítica. Salarios por debajo de la línea de indigencia, changas para sobrevivir, sindicatos que entregan derechos. Por eso exigimos convenios colectivos, consejos municipales del salario y condiciones signas para vivir y disfrutar, no sólo para sobrevivir.
ATE fue gremio de estatales nacionales en los 80, sumó a los provinciales en los 90 y hoy se prepara para abrazar a miles de municipales con organización y lucha en cada rincón de nuestra Patria.
No somos empleados, ni funcionarios. Somos trabajadores del Estado en los municipios que todos los días sostenemos el funcionamiento del país: Limpiamos, asfaltamos, atendemos en centros de salud y comedores. Eso somos. Parte de la historia de la clase trabajadora que construye futuro.
