El reciente incendio sufrido en la sede de la APROSS expresa la grave desidia que envuelve la gestión del cordobesismo en la obra social de las y los estatales provinciales y municipales de Córdoba.
Se trató de un siniestro de dudoso origen, sobre todo atento que se originó en el área administrativa y en momentos que el organismo se encuentra investigado por una gravísima trama de corrupción.
Desde ATE exigimos que el gobierno que abra a la participación gremial el directorio de la APROSS, cumpliendo con la ley que así lo establece, para que las y los trabajadores tengamos una voz que garantice la plena prestación de los servicios, hoy con falencias de todo tipo para la cobertura de la salud de las y los afiliados, así como de sus familias.
En esa línea, como entidad gremial reclamamos por la falta de prestaciones en el interior provincial y exigimos el cese del cobro confiscatorio del Fondo de Enfermedades Catastróficas.
La APROSS debe dejar de ser una caja que utiliza el Gobierno de Córdoba para la política y la recaudación y retomar el fin para la que fue creada: atender la salud de sus afiliados y afiliadas.
La participación sindical en su directorio, contemplando la diversidad de representaciones gremiales en la Provincia y los municipios, es fundamental para cumplir con ese objetivo.