Ayer se realizó en el mítico teatro Margarita Xirgu del barrio porteño de San Telmo, el 67° Congreso Ordinario y Extraordinario Nacional de la Asociación Trabajadores del Estado, que aprobó en forma unánime la presentación de la Memoria y el Balance 2023.
Con la participación de 150 congresales de todo el país, nuestro secretario General Nacional, Rodolfo Aguiar, remarcó el protagonismo de todas y todos aquellos que participan del cónclave, con la nueva conducción nacional constituida en noviembre pasado.
Sobre esta nueva conducción Aguiar remarcó que “no llegó sola. Es de todas y todos, porque llegó con el apoyo de cada una y cada uno de ustedes, pero también gracias a la voluntad inquebrantable de esas 364 mil afiliadas y afiliados que componen el sindicato”.
Cabe destacar que el conjunto de las y los compañeros presentes se solidarizaron con le Consejo Directivo Provincial (CDP) de Córdoba ante el acoso que el Poder Judicial está imponiendo a nuestro secretario General, Federico Giuliani, que agradeció las innumerables muestras de cariño y apoyo que recibió ayer.
Durante el desarrollo del Congreso, Aguiar hizo un repaso de los conflictos existentes y destacó la lucha en las distintas provinciales para frenar el ajuste brutal que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei.
“El de este Gobierno no es un ajuste cualquiera: Hay un intento de disolución nacional y enfrentamos un plan para colonizar a la Argentina”, dijo Aguiar.
A su turno, Giuliani se solidarizó con el pueblo de Misiones “que pelea hace varias semanas y nos muestra el camino a seguir, porque la pelea no es sectorial sino colectiva y como pueblo. Esa es la única manera que logremos poner en agenda nuestras problemáticas, pero también la propuesta para salir de la crisis de ajuste que nos lleva el gobierno de Milei”.
Y destacó que “el sábado pasado Milei la pasó muy mal en Córdoba. Lo hostigamos desde que llegó al Aeropuerto, bloqueándolo a pesar de la represión de la Gendarmería y sus gases lacrimógenos. Se los devolvimos y el viento estuvo de nuestra parte obligándolos a replegarse y pasando un verdadero papelón, demostrando que cuando el pueblo se junta está dispuesto a enfrentar toda agresión que pretenda parar la lucha popular. Y también nos fuimos al centro porque ahí se hacía el acto principal de las centrales sindicales en la mítica esquina de Colón y General Paz. Y no nos quedamos a discursearnos entre nosotros: dijimos que, si era un Cabildo Abierto entonces vamos al Cabildo Abierto a escuchar de qué se trataba. La policía de Córdoba nos reprimió con una saña que hacía mucho no se veía. Sufrimos 14 heridos de bala de goma, gas pimienta a decenas de compañeros y compañeras. Pero demostramos que más allá que parte del pueblo cordobés votó a Milei, fuimos muchos más los que estábamos fuera de esa plaza que los que aplaudían la política de ajuste de este gobierno”.
En otro tramo de su exposición, el secretario General afirmó que “fruto de la movilización la Ley de Bases sigue empantanada. Y que el Pacto de Mayo fracasó por la organización y la lucha popular. El acto de Córdoba no fue como Milei lo soñó, yo creo que este clima de hostilidad hay que seguir impulsándolo. No hay que tenerle miedo a esa palabra. De la misma forma que mientras acá en Capital Federal escracharon a Techint, en Córdoba nos movilizaron para escrachar a la Fundación Mediterránea, que es la usina ideológica proveedora desde la dictadura militar de cuadros políticos e ideológicos a las corporaciones que gobiernan Argentina. Y los escrachamos como hacíamos en los ’90 desde HIJOS, cuando señalábamos la impunidad de los genocidas sueltos por el menemismo. Escrachar significa manifestarse contra un grupo o persona en un domicilio. No le tengamos miedo a la palabra ni dejemos que el enemigo nos robe la palabra”.
Acto seguido hizo referencia a las causas judiciales armadas en Córdoba al asegurar que “claro que se la están cobrando, por eso agradecemos el apoyo de cada compañera y compañero con su mensaje de solidaridad en estos días difíciles que nos tocan vivir. Podemos tener matices, pero tenemos que actuar como un puño ante un fascismo que vino por todos y por todo”.
Para luego trasladar a las y los presentes que “en el repaso de la historia, solo seis compañeros han tenido el privilegio de conducir esta organización sindical desde el ’84. Somos miles y miles los que integramos ATE, pero solo unos pocos conducen pro lo cual resaltamos lo que dijo Víctor de Gennaro: no importa el lugar, ni los cargos, ni la chapa. Somos militantes de ATE, soldados con la pechera verde y vamos al frente para defender el Estado frente al vaciamiento y para ser parte de un nuevo movimiento político de liberación”.
“No me cabe la menor duda que este ATE está en el lugar que tiene que estar. Vengo de una provincia que parió dos programas de la clase obrera, recuperemos -más del pliego de reivindicaciones- un programa de la clase trabajadora, como en Huerta Grande, como en La Falda, como el grito del 1° de Mayo de la CGT de los Argentinos. Vamos por un ATE clasista y combativo, antipatriarcal, antiimperialista, para construir un patria nueva, justa y solidaria para todas y todos”, concluyó Giuliani.