El Secretario General electo de ATE, Rodolfo Aguiar, consideró “oportuno el debate en la Cámara de Diputados sobre la reducción de la jornada laboral en el ámbito privado en la Argentina, uno de los países de la región con más horas y una tradición oxidada de 110 años”, y alentó a “discutir una modificación en el Estado”.
“Reducir la jornada servirá para empezar a enfrentar uno de los mayores males que existe en todos los niveles del Estado, que es la precarización laboral. Si se logra trabajar menos horas sin bajar salarios o incluso aumentándolos, repercutirá positivamente en numerosas áreas, sobre todo en aquellas con altos niveles de autoexplotación como salud, educación y centros de contención a franjas sociales vulnerables, dependencias municipales y otros, en los que los trabajadores para garantizar ingresos dignos, suelen duplicar o hasta triplicar la jornada realizando guardias u horas extras”, explicó el referente estatal.
En este sentido, indicó que “en los últimos años se ha verificado en el sector público un considerable aumento de las licencias por enfermedad, destacándose los tratamientos psicológicos”. “Jornadas laborales más cortas permitirán mejorar la salud física y mental de los trabajadores, pero también construir ambientes de trabajo sanos y libres de violencia, como así también aumentar la cantidad y calidad de las prestaciones o servicios estatales”, aseguró.
Muchos países ya adoptaron jornadas laborales menores a la nuestra y algunas de las que tienen mayores índices de productividad según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) son Holanda, Australia, Noruega, Dinamarca y México.
Aguiar sostuvo que “este debate se está abordando en todo el mundo y no se puede dejar pasar la oportunidad”. “En el sector público también es posible reducir la jornada laboral o hasta concentrar toda la actividad solo en 4 días de la semana, aumentando a la vez la eficiencia de todas las prestaciones del Estado”, afirmó.
“Trabajar menos horas también impactará de manera positiva en los hogares, fortaleciendo a las familias a la hora de distribuir equitativamente todas las tareas de cuidado”, señaló el dirigente de ATE, enfatizando que “es en las mujeres donde mayoritariamente recaen estos trabajos”.
En cuanto a la normativa actual, Aguiar detalló: “Si bien el Estado tiene otra normativa, el convenio colectivo 214 en la administración pública nacional establece un promedio de 45 horas de trabajo semanal. Además, conviven distintos regímenes en provincias y municipios”. Cabe destacar que el propio Indec establece la categoría de “Sobreocupación” para aquellas personas que trabajan más de 45 horas a la semana. Es decir que los convenios colectivos y las leyes actuales rozan la explotación.
“El derecho constitucional que todos tenemos a una retribución justa, comprende la recreación y el esparcimiento y hoy este derecho es imposible de ejercer por los bajos salarios, pero fundamentalmente por falta de tiempo. En la puja con un capital deshumanizado, se trata de mejorar la vida de las personas que trabajan”, concluyó Rodolfo Aguiar.
Es necesario resaltar que Islandia fue uno de los primeros países en probar la reducción de horas en la jornada laboral y lo hizo precisamente en el sector público en 2015, con resultados muy favorables en cuanto a la productividad.