
Un día como hoy 22 de mayo pero de 1930 nacía un grande que pensó, actuó y murió consecuentemente. Un orgullo nacional…. Agustín José Tosco nació un 22 de mayo de 1930 en la localidad de Coronel Moldes.
“Nací en el sur de Córdoba en el año 1930. Mis padres eran campesinos y yo trabajé junto a ellos, desde chico, una parcela de tierra. Después de cursar el colegio primario, me trasladé a la ciudad e ingresé como internado a una escuela de Artes y Oficios. Allí se discutía mucho y ese diálogo permanente me incitaba a profundizar la lectura. Siempre me gustó leer. En mi propia casa con piso de tierra y sin luz eléctrica; me había construido una pequeña biblioteca, precaria pero accesible. De adolescente solía preferir a Ingenieros; aunque positivista, enseñaba cosas. Cuando a los 17 años salí a buscar una nueva ocupación, recibí enseñanzas de otra índole: me aceptaban como aprendiz y entonces no me pagaban o me pagaban poco”, contó sobre su infancia el mítico Agustín Tosco, el dirigente de Luz y Fuerza que se transformó en icono del Cordobazo, que dio al Movimiento Obrero Organizado de Córdoba trascendencia internacional en 1969 y fue punto de apoyo para terminar echando al dictador Juan Carlos Onganía.
De muy joven se forma como ayudante electricista en el taller electromecánico, donde termina capacitándose como técnico especializado. “Por aquella época ya había adquirido conciencia de los conflictos sociales, y había decidido también tomar partido por mi clase. A los 19 años fui elegido subdelegado, a los 20 ascendí a delegado. Mientras tanto, Perón subía al poder y yo miraba con simpatía al movimiento que levantaba un eslogan contra Braden.”
Podría agregarse que donde cursó, en calidad de interno, el ciclo básico industrial, Escuela de Trabajo Presidente Roca, fue elegido presidente del Centro de Alumnos y cuando es designado para hablar en el cierre del ciclo ataca el sistema que se lleva adelante en la escuela, se niega a recibir el diploma de parte del director y es ovacionado por sus compañeros.

Desde ATE tenemos presente al referente de todas las luchas obreras de Córdoba y de Argentina, y facilitamos esta breve entrevista para conocer un poco más al dirigente que murió en la clandestinidad, perseguido por las bandas fascistas que gobernaron la provincia en 1975.
-¿Qué objetivos persigue como dirigente y como hombre?
-Hago lo que hago porque quiero a la justicia. Si bien yo nací en una familia de pequeños propietarios y no he experimentado la injusticia que sufre tanta gente, tantos trabajadores, sé que no sólo lucha contra ella quien la padece, sino también quien la comprende. Claro que la represión la hemos sufrido nosotros también. Pero lo fundamental es que todos los que tenemos un concepto de justicia y equidad, debemos luchar para construir una nueva sociedad que permita al hombre salir de la enajenación a que lo conduce este sistema que afecta hasta el derecho de vivir. La mortalidad infantil, el analfabetismo, la deficiencia sanitaria, la falta de vivienda son parte de este sistema injusto.
-¿Es difícil lograr coherencia entre lo que uno piensa y lo que uno hace?
-Es difícil, si más aún en este tipo de sociedad cuando nosotros pretendemos tener una moral que no sea la típica de esta sociedad, nos encontramos permanentemente con esta tabla de valores, que pretende colocar a toda la población bajo su imperativo. Ahora es difícil, pero no imposible. Llevar a la práctica las ideas de uno requiere un esfuerzo, pero mucha gente lo hace.
Intervenidos y reprimidos su sindicato y la CGT Regional, muere en la clandestinidad, producto de una dolorosa enfermedad infecciosa, el 5 de noviembre de 1975. Su cortejo fúnebre es acompañado en Córdoba por una inmensa multitud nunca antes vista.