
Irma Laciar de Carrica (1926/1977) fue una de las referentes de la medicina popular en la Argentina.
Luchadora del campo social y de una noción sanitarista de la salud, dedicó su vida al cuidado de sus compañeros y la disputa por un mundo mejor.
Irma nació en julio de 1926, en Sampacho, provincia de Córdoba. Se educó en una familia que influyó decididamente en su futuro, ya que su padre era un delegado ferroviario y sus dos tías eran enfermeras. Se involucró activamente en la militancia del campo popular desde la política y desde la salud.
“La vida no es recompensa ni castigo, sino que es un desafío permanente”. “Hay un tiempo que será el tiempo de nuestra gente, de nuestro pueblo. Nosotros seguiremos adelante si respetamos el tiempo colectivo”, sostuvo Carrica, que fue docente de los cursos de la Escuela de Enfermería que creó Ramón Carrillo en 1947; también ejerció la dirección de la Escuela de Auxiliares de Enfermería del Ministerio de Salud Pública de la Nación.
Durante la década del 50 comenzó su actividad gremial en ATE, siendo delegada en sus lugares de trabajo. Participó como docente en las cátedras de medicina para el trabajo (1972-1973) e integró el equipo de Derechos Humanos de la CGT de los Argentinos.
En el Gobierno de Isabel Perón fue despedida y comenzó a ser perseguida por la Triple A. Se ocupó de brindar apoyo a los familiares de los presos políticos y colaboró en la búsqueda de los desaparecidos, hasta que un grupo de tareas la secuestró en su departamento de Liniers el 18 de abril de 1977 y nunca más apareció.