Carina Alvarez usa un tono pausado y firme cuando cuenta su historia, con una moderación propia de quienes saben usar su voz (estudió periodismo y locución) la compañera tiene aun presente, desde la oficina de la Delegación Córdoba de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), el duro camino de resultar despedida en el marco de la franca persecución que el gobierno de Mauricio Macri impuso sobre el destino de las y los estatales.
Hoy, con aquellas épocas de dolor e incertidumbre ya atrás, Carina no puede evitar un dejo de angustia cuando le pone palabras a lo que sufrió con el despido que le comunicaron en octubre de 2017, teniendo que abandonar su cargo de administrativa en la CNRT.
“Como administrativa, hacía carga de los controles de los fiscalizadores y atención a discapacidad. Eso era lo más complicado entonces porque mucha gente viajaba y las empresas no otorgaban los pasajes y nosotros hacíamos ese trámite. Trabajaba de 9 a 16 y, junto a dos compañeros más, hacíamos los trámites que se encargaban desde Buenos Aires. Cuando me echaron todos los administrativos la dependencia quedó sin gestión para esas situaciones, o lo que conlleva un viaje de menores que no pueden hacer los fiscalizadores”, explica Álvarez.
Carina recuperó su trabajo el año pasado, gracias a la acción de ATE, que se involucró para juntar a todos los trabajadores y trabajadoras del organismo que había sido despedidos, para iniciar el reclamo de reincorporación, que poco a poco se va concretando en distintas dependencias, aunque no en todas con el mismo ritmo. La CNRT es uno de los sectores donde la gestión sindical fue más efectiva para recuperar los puestos de trabajo.
Primeros hostigamientos y despido
“Los primeros hostigamientos comenzaron con cambios de horarios, ordenados por el funcionario macrista, del sector radical que comanda Mario Negri”, relata Álvarez.
Y prosigue. “Pero un día nos mandó un mensaje de WhatsApp informándonos el despido, así sin preámbulo. Fue una situación terrible… (hace una pausa) y cuando lo consulté después de unos días, me respondió que era una cuestión política, fue claro y liso, no por cuestiones laborales”.
Carina tiene un hijo y siempre fue sostén de familia. “Cada vez que lo recuerdo me duele porque con 40 años estás fuera del mercado laboral. Fue muy duro, no sabía qué hacer. Además, mi hijo también se quedó sin trabajo teniendo una hija. Así que había que cumplir con los impuestos y los gastos mensuales, más ayudar a mi hijo con el mantenimiento de mi nieta. Fue una etapa triste y dura que no se la deseo a nadie, y menos cuando te crían con el principio que el trabajo es una prioridad, que no se tiene que dejar y es el sostén para lo demás”, rememora.
Aguantar el chubasco y la recuperación
Álvarez comenzó a superar el golpe trabajando en la pyme de una amiga, que ofreció ayudarla “obviamente como monotrobutista. A la empresa que le fue mal en la época de Macri y tuvo que despedir a gente y me tocó irme de allí. Fue una época donde generé deudas, de hecho, hasta tuve que vender el auto”.
En ese marco, acercase al sindicato fue una forma de recuperar la esperanza. “Un día uno de los compañeros despedidos me convocó para que nos juntáramos, porque ATE se había contactado. Así que nos integramos a un grupo de ATE Córdoba, después hicimos vínculo con ATE Nacional”.
“Nos juntamos en la casa de una de las compañeras y nadie tenía nada para comprar, ni una pizza, y si tenías era para pagar la luz. Un compañero que medianamente se estaba defendiendo fue el que nos pagó la cena. Recuerdo que empezamos haciendo carteles y videos, dándonos aliento entre todos. Yo al principio no creía, después si”, admite Carina.
Tras la salida de Macri del gobierno, poco a poco empezaron las reincorporaciones. “Siempre estuvo el grupo de ATE guiando el proceso y dando una mano cuando alguno de nosotros flaqueaba. yo realmente les agradezco muchísimo porque volver a laburar es volver a tener dignidad. Y más cuando te lo quitan por una causa injusta. Es muy duro que te echen por una cuestión política, decís ‘como, no estamos en democracia y puedo votar lo que quiero’. Para mí el macrismo fue el gobierno de la venganza, fue ‘vengo por ustedes’. Para mi fueron todo lo peor, a mí Macri me representa todo lo peor”, resume.
Ahora, Alvarez aguarda que su condición laboral pase “de estos contratos que tenemos pasemos a la estabilidad laboral”.
Mensaje
El relato de Carina concluye con una reflexión que cala fuerte para las y los trabajadores, sobre todo para aquellos que aun no lograron recuperar su puesto de trabajo. “Los compañeros que están esperando tienen que seguirla peleando, no dejen de preguntar a los que están en la cabeza de esta pelea, porque no se olvidan. No hay que perder las esperanzas y trabajar duro, como siempre hicimos”.