El pasado 19 de agosto la seccional ATE Río Cuarto organizó una charla virtual, convocada por el Departamento de DDHH “Irma Laciar de Carrica”, con la participación de las y los disertantes fueron Isabel Rauber (docente, investigadora, y científica social) y Julio Fuentes (Presidente de la CLATE).
En la oportunidad, participaron la secretaria General de ATE Río Cuarto, Rafaela Alcoba, el secretario General del Consejo Directivo Provincial, Federico Giuliani, así como trabajadores y trabajadoras nucleados en la CTAA.
En primer término, habló Rauber, querida compañera, intelectual, investigadora, escritora, docente y militante popular.
“Hablar de la coyuntura continental que no puede estar a la espalda de lo que ocurre en el mundo porque tenemos una situación particular el reacomodo de las fichas de poder.
Nosotros estamos viviendo una suerte de segunda oleada progresista yo diría que es como un progresismo light, no es tan fuerte en sus intenciones revolucionaras y trasformadoras como en la primera oleada. Estamos intentando evitar nuevos golpes, es lo que vemos.
Sin embargo, en otros lugares como Chile hay una presidenta mapuche de la Constituyente que fue lograda por el pueblo en las calles. Y marca una impronta diferente, lo más diferente que tenemos en el continente. La victoria de Castillo, fue una victoria peleada, mediatizada y es una victoria de una organización débil porque no hay tal organización. Hay un rejunte de fuerzas y sectores de izquierda que se han reunido para las elecciones, pero ahora hay que gobernar.
Cuando se habla de gobernar se habla de intervenir en la correlación de fuerzas internas a favor de determinado programa, de determinado proyecto con actores protagonistas y con otros actores que van a hacer afectados o no por las medidas y van a responder. Si algo se ha aprendido es que van a responder.
Se habrán corrido del mapa de definiciones políticas, económicas, sociales, culturales del país con las fuerzas de las urnas, pero no han desaparecido. ¿Eso quiere decir que van a tener éxito? No. Solamente que no hay que subestimar. Porque creo que una de las cuestiones que se tuvo en cuenta con mucha liviandad es el tema de la reversibilidad de todos los procesos democráticos del Continente.
Esa idea del ‘Golpe nunca más’ resultó sorprendida de una forma directa, indirecta, suave, por el Lawfer. Está demostrada la voluntad del poder de no tolerar aquello que afecte a sus intereses. El caso más impactante de Lawfer sucedió en Brasil: al final del juicio político se demostró que Vilma no era culpable y que debió haber sido repuesta de inmediato. Pero eso no sucedió y así evidenciaron que el objetivo era quedarse con el gobierno.
Quiero subrayar la importancia de atender que la construcción de sujetos (históricos) no es válida solo para Perú, es una necesidad vital para todo el proceso que atraviesa Latinoamérica. La participación del pueblo, de la ciudadanía popular en la toma de decisiones es fundamental. Porque luego viene la lucha por la mentalidad, el gran problema de nuestro tiempo es como el poder, inventa y miente”.
“No hay que pretender competir la infraestructura con infraestructura alternativa. Hay que abordar los espacios televisivos, radiales porque hacen falta. La clave no está en quien tiene más porque nunca vamos a llegar a tener más, tenemos que resolver problemas de hambre de la necesidad de la vivienda, no podemos pretender tener un poder global en algo que todavía no manejamos. En ese sentido, la cuestión del debate ideológico de los medios está anclada a la participación y porque no hay nadie que reemplace el trabajo boca en boca, casa en casa. Hay que hacer partícipe a la ciudadanía de los diagnósticos de la resolución, de la construcción de las soluciones.
Fuentes
Seguidamente hizo uso de la palabra Julio Fuentes, secretario General de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales (CLATE).
El dirigente estatal neuquino dijo que “me gustaría detener a mirar la primera oleada progresista ver los errores que tuvo la primera. Hubo un denominador común, hubo ventajas importantes pero que nos marcan un modelo del cual se hizo poco para salir. En esa primera década de ese siglo (siglo XXI) hubo una gran ventaja para nuestra región basándose en esa matriz extractivista, hubo muy buenos precios de los minerales y de los granos y ese tiempo no se utilizó para lo que se debía utilizar: para tratar de que nuestra economía se transforme.
Un error lamentable de lo gobierno progresistas fue no haber construido y haber dotado a las organizaciones del pueblo de más poder. Los gobiernos deben utilizar el Estado, para darle poder a la población.
Tenemos la obligación política y social de mirar esta segunda oleada atento a lo que nos pasó en la primera década de nuestro siglo, es decir los errores cometidos en este siglo para que no los volvamos a repetir.
La corriente neoliberal volvió para destruir todos los espacios de integración, herramienta fundamental de los pueblos de América Latina y el Caribe para pensar en un proceso de liberación, emancipador, para tener un desarrollo autónomo, tecnológico, social y una democracia duradera. Pero la oligarquía y las derechas en los gobiernos ha ido minado todos esos espacios y hoy prácticamente de los procesos de integración que llevaron adelante los gobiernos quedan muy pocos.
Como fuerzas políticas tenemos que impulsar con firmeza los procesos de integración. Hay formas que debemos desarrollar para potenciar las organizaciones obreras, sociales, políticas e integrarnos entre nosotros”.