Villa Libertador es una de las barriadas cordobesas más sufridas durante los últimos años. A la permanente crisis económica que aqueja al país, tras la desastrosa gestión de Mauricio Macri y su consiguiente impacto en la pérdida de puestos de trabajo, cierre de empresas y reducción del consumo, que impacta de forma decisiva en el mercado del trabajo informal, donde muchos de los habitantes de Villa Libertador encuentran su modo de subsistencia, se suma un problema endógeno, propio del sector, relacionado con un grave problema de infraestructura.
La falta de sistema cloacal, la utilización crónica de pozos ciegos y la sobrepoblación del sector, derivó en el surgimiento de aguas servidas en calles y casas, y el hundimiento y quiebre de viviendas en bastos tramos del barrio.
En ese marco, la presencia desde hace 20 años el consultorio de Salud Mental en la calle Tilcara fue un espacio de indispensable atención psicológica para quienes viven frente a la presión cotidiana.

Por eso desde que en abril pasado una resolución del Ministerio de Salud ordenó cerrar el consultorio y derivar a las profesionales a otros puntos de atención, muchas de las y los vecinos que se atendían en el lugar comenzaron a rodear el espacio, reclamando su reapertura.
A más de tres meses de iniciado el conflicto, varias de las vecinas participaron de un video realizado por ATE donde expresan su desazón por el cierre del lugar, exigen su apertura y cuentan su experiencia de contención a través de la terapia.
“La casa de Salud Mental de Villa Libertador está cerrada x un capricho de este gobierno. Durante la pandemia muchísimos vecinos se acercaron para hacerse atender y hoy se preguntan dónde están las profesionales que los atendían”, dijo Claudia, vecina del sector.
“Pedimos que se abra la casa a la brevedad, que está en el barrio hace más de 20 años con el apoyo y el aporte de los vecinos”, agregó la vecina.
A su turno, la compañera Ester Ledesma, integrante de la Agrupación Cloacas Ya!, fundamentó el reclamo. “Estamos tratando de defender el servicio que aquí se brindaba. La atención de la doctora Mamani fue muy importante para mí cunado había caído en un pozo depresivo por ver la situación que atraviesa mi casa, toda quebrada y con humedad por la falta de cloacas. Hay viviendas donde están hacinadas cuatro familias debido a esta situación”.
La reacción vecinal se está haciendo sentir y la comunidad rodea el consultorio ante la necesidad de continuar recibiendo la atención. En ese sentido, Hermelinda Alba explicó que se acercó a apoyar la protesta para “defender a las doctoras psicólogas de la calle Tilcara, vine con mi nenito porque las doctoras nos ayudan mucho. Mientras, las autoridades no nos llevan el apunte para resolvernos la situación, estamos cansados, nos tienen olvidados, encima ahora nos agarró la pandemia”.
Y agregó: “cada vez nos hundimos más en vez de mejorar. Todo es un desastre. No podemos vivir encerrados, nos estamos traumando la cabeza. La gente vive encerrada y enferma por convivir permanentemente con las aguas servidas. Estamos muy olvidados, ver cómo está el barrio me da tristeza y pena. Más aun por mis hijos que se están criando acá”.






