Por Jesús Chirino*
Hace pocos días, los trabajadores de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María, acompañados por los de la Fábrica de Río Tercero y otras dependencias del Estado Nacional, hicieron oír sus reclamos por la difícil situación que atraviesa el sector, que está siendo desmantelado.
Los cánticos escuchados en esa manifestación tienen muchas coincidencias con los principios que generaron estos establecimientos: Soberanía, defensa, independencia de otros países, defensa de la fuente laboral, plan estratégico, etcétera. Aquí repaso algo de todo lo relacionado con la creación de la FMPEVM.
Pensar un Estado que se hace cargo de sus funciones
El origen de Fabricaciones Militares puede remontarse a 1923, hace ya más de cien años. Si bien ya se fabricaban elementos bélicos en el país, se tomó conciencia de la necesidad de crear un grupo de establecimientos fabriles propios destinados a la fabricación de lo necesario para la defensa nacional, sin depender de otras naciones en caso de conflicto. En la década del 30 se pusieron en funcionamiento y se realizaron ampliaciones de establecimientos fabriles existentes que, por entonces, dependían de la Dirección General de Arsenales de Guerra. Fue en esa época que se tomó la decisión de transformar esa dependencia en Dirección General de Material del Ejército.
El conjunto de unidades fabriles no conseguía una importante productividad, esto, junto a otras razones, hizo que se buscara el desdoblamiento de la organización que contenía esas fábricas. Así nació un plan estratégico que se plasmó en una de las conocidas como “Ley Savio” dado que fue generada por el intelecto del general Manuel Savio, siendo presidente de la Nación, Roberto Ortiz. Esta Ley, la 12.709, creó la Dirección General de Fabricaciones Militares, siendo sancionada por el congreso el 26 de septiembre de 1941 y promulgada, el 9 de octubre del mismo año, por el Poder Ejecutivo Nacional.
Industrializar
Savio fue un hombre pionero de la industrialización del país, dentro de la línea iniciada por Enrique Carlos Mosconi, militar y político radical que había ideado la creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Empresa estatal de la cual fue su primer presidente.
El primer artículo de la Ley 12.709 dice “Créase la Dirección General de Fabricaciones Militares que funcionará como entidad autárquica, bajo la dependencia del Ministerio de Guerra, con capacidad para actuar pública y privadamente, de acuerdo a lo que establecen las leyes generales de la Nación y las especiales que afecten su funcionamiento, dentro de las limitaciones de la presente”.
En su artículo 18, estableció que “El funcionamiento y régimen económico-financiero de la Dirección General de Fabricaciones Militares, se desarrollará sobre la base de la producción del material de guerra necesario para la fabricación total de cada uno de los materiales o grupos respectivos; o parcialmente, con la participación de la industria privada. Los programas de trabajo serán organizados por períodos no inferiores a cinco años”. También se previó la creación de nuevos establecimientos fabriles. Fue en el marco de lo establecido por esta Ley que se creó la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María.
En pocos años se crearon y se continuó con las obras iniciadas para la creación de 9 fábricas nuevas: Fabricaciones Militares de Armas Portátiles Domingo Matheu; Tolueno Sintético, Munición de Artillería Río Tercero; Munición de Artillería Borghi; Vainas y Conductores Eléctricos ECA; Munición de Armas Portátiles San Francisco; Materiales Pirotécnicos y Altos Hornos Zapla. Estas se sumaban a las tres ya existentes (Fábrica Militar de Equipos, Fábrica de Material de Comunicaciones y Fábrica de Aviones) y también la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María. Las políticas liberales ejercidas por diferentes gobiernos hicieron que algunos de estos establecimientos ya no existan.
Homenaje a quien luchó por la Independencia
Esta unidad fabril tan importante para Villa María y la zona, fue inaugurada mediante un acto de la colocación de la piedra fundamental, realizado el 30 de enero de 1938 y presidido por el gobernador provincial Amadeo Sabattini y el Ministro de Guerra de la Nación, General Bacilo Pertiné. También estuvieron presentes el jefe de la Dirección de Materiales del Ejército, Coronel Rocco, y el coronel Edelmiro Farrel quien, mediante el golpe de Estado de 1943, sería presidente de la Nación.
Se homenajeó a Fray Luis Beltrán mediante el descubrimiento de una estatua del sacerdote que fuera maestranza del Ejército de los Andes que luchó por la independencia de nuestro país y el subcontinente.
Las autoridades en el acto
Sabattini había arribado a Villa María el día anterior, acompañado por el Vicegobernador Alejandro Gallardo; el ministro de Obras Públicas, ingeniero Medina Allende; la autoridad máxima de la Dirección Provincial de Vialidad y otros miembros del Gabinete provincial.
Desde Buenos Aires, Pertiné había llegado en tren. En la mañana del 30 de enero, alrededor de las 9.30 horas, Sabattini llegó a la estación ferroviaria del Central Argentino y mantuvo una entrevista, por el lapso de media hora, con el ministro nacional. El encuentro se produjo dentro del coche especial en que se había trasladado Pertiné. A las 11 de la mañana la comitiva oficial llegó al entonces conocido como “campo de los Polvorines”.
Durante el acto habló Rocco, señalando la colaboración del gobernador. Luego, el intendente Emilio Seydell, quien dijo que “no debe interpretarse como expresión de un egoísmo regionalista frente a la halagüeña perspectiva de una era de considerable progreso para esta zona, sino también como un indicio del lógico entusiasmo que en los argentinos deben despertar estas iniciativas conducentes a nuestra emancipación económica”. Cuando terminó la ceremonia y se guardó un acta firmada por los presentes en el pedestal de la estatua de Fray Luis Beltrán, las autoridades partieron hacia Río Tercero para una ceremonia similar en el complejo fabril de Fabricaciones Militares.
El 20 de febrero de 1939, luego de varios problemas, se iniciaron los trabajos para levantar los edificios de la Fábrica. Aún continuaban las obras cuando el mayor ingeniero militar José Manuel de Olano fue nombrado al frente del establecimiento.
Durante la construcción de la Fábrica, los trabajadores que cumplían tareas en el lugar debieron realizar un reclamo por sus derechos. Luego de puesta en funcionamiento el establecimiento son incontables las luchas llevadas adelante por los trabajadores para conseguir mejores condiciones laborales, pero también para defender la existencia de Fabricaciones Militares como una entidad estatal. Ahora mismo se plantea la necesidad de tomar conciencia de la importancia de un trabajo bien organizado que le dé protagonismo a estos establecimientos y se los enmarque en un proyecto de país que sostenga su soberanía. Repudian tanto el vaciamiento de Fabricaciones como la falta de previsión y la posibilidad de entregar todo a manos privadas para fabricar elementos bélicos para una guerra que se desarrolla en otro continente.
*Docente. Periodista. Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María
Fuente: www.eldiariocba.com.ar