El próximo 11, 12 y 13 de octubre, Jujuy será la anfitriona del 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, tras haber sido elegida de manera unánime como sede durante la edición anterior realizada en Bariloche.
“Las estatales nos organizamos para viajar a llevar el posicionamiento del vaciamiento de los organismos del Estado que garantizan políticas públicas a sectores vulnerables, así como la feminización de los despidos”, indic{o la Secretaria de Género del Consejo Directivo Provincial (CDP).
ATE está realizando una venta de empanadas criollas a $8000 la docena para recaudar fondos para asistir al 37° Encuentro.
Su antecedente más directo fue el Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe realizado en Bogotá en 1981, así como la III Conferencia Mundial de Mujeres que se hizo en 1985 en Nairobi, Kenia. Quienes participaron de esos encuentros vinieron a Argentina con el deseo de hacer algo parecido en su país.
Funcionamiento
Una vez que se decide la ciudad anfitriona comienza a funcionar una comisión organizadora que es la encargada de organizar la logística de los tres días a pura fiesta en las calles. Los talleres y los lugares donde duermen las visitantes suelen funcionar en las escuelas y el lugar elegido para la apertura y el cierre, como también el recorrido de la marcha final y las inscripciones, las becas de comida, las actividades extra encuentro y la peña son responsabilidad de la Comisión Organizadora que trabaja en comisiones como cultura, finanzas, funcionamiento y prensa y difusión.
Proyección
El Primer Encuentro Nacional de Mujeres se realizó en la Ciudad de Buenos Aires en mayo de 1986. La comisión organizadora estaba integrada por 43 mujeres, provenientes de variados sectores políticos y sociales, partidos políticos, sindicatos, organizaciones. El último fue en Bariloche y contó con una convocatoria de 100.000 personas.
El Encuentro es ya una institución en Argentina que ha impulsado campañas por los derechos transfeministas como el cupo laboral travesti trans, que el aborto fuera legal, seguro y gratuito, la implementación de la ESI, la Ley de Violencia de Género. Y aunque el gobierno de Javier Milei esté intentando por todos los medios destruir estos derechos ganados por años de lucha, hay un pueblo que sigue en pie, luchando y construyendo una unidad necesaria para enfrentar estas políticas de entrega, de extractivismo del litio y de retroceso sobre todo para los y las trabajadoras. Este encuentro tiene que servir para seguir luchando contra los despidos, los salarios de hambre, derrotar la Ley Bases y el proyecto de país colonial.