Tal como lo había resuelto la Mesa de Sectores Productivos, hoy por la mañana se llevó a cabo una protesta frente al ingreso de la Fábrica Militar Río Tercero. Cientos de estatales se congregaron para mandar un mensaje claro al gobierno: como en los ’90 ATE va a resistir el vaciamiento y privatización de las plantas productivas del Estado nacional.
Además, la Mesa de Sectores Productivos presentó un documento evaluando la situación del sector, denunciando el “industricidio” que el Gobierno de Javier Milei está imponiendo a la producción nacional.
“Las empresas productivas y organismos del estado nacional generan desarrollo y producción estratégica para la innovación tecnológica y de defensa, sus instalaciones generan componentes y productos para las fuerzas armadas, meteorología, para la energía, etc. Las mismas son “Fabricaciones Militares, Dioxitec, nucleoeléctrica S.A, CONAE” ubicadas estratégicamente en el centro del país y concebidas desde sus inicios para alcanzar mayor autonomía en materia de producción bélica y energética, garantizando así una mayor independencia en el cuidado de nuestro territorio, sus recursos naturales y la intervención ante agresiones de carácter externo de otro Estado”, señala el documento.
Y agrega: “El cuidado de esos recursos estaba basado también en la importancia de transformar los mismos y dotarlos de valor agregado, logrando así la fabricación no solo de bienes sino de commodities, importantes en toda nación para su desarrollo y economía, esto en nuestro país permitió mayor desarrollo e independencia en rubros como la minería, que llevo a la creación de la industria siderúrgica argentina, como también la industria química, que permitió no solo la producción de ese material bélico, sino que a medida que se desarrolló se fue expandiendo a distintas áreas como el transporte ferroviario y componentes electrónicos”.
en tal sentido, la Mesa de Sectores Productivos enfatiza que “la defensa del territorio y los recursos logro motorizar esa industrialización que mencionamos, con ella vino la necesidad de mano de obra por lo que se generaron una inmensa cantidad de puestos de trabajo, que en capacitación constante también logro desarrollos científicos-tecnológicos que le permitió articular con otras industrias como las centrales nucleares fundamentales en el desarrollo de nuestra matriz energética, pieza fundamental para el desarrollo de cualquier industria y que también trajo desarrollos en el rubro de medicina”.
Por último, el documento afirma que “como podemos ver el desarrollo de nuestras industrias estratégicas son de suma importancia en nuestro país por lo que no se pueden generar “industricidios” por cuestiones ideológicas, ya que el armamento, las fuerzas armadas, la energía y los núcleos estratégicos de las naciones, son cuestiones de estado, las cuales rigen la vida de nuestra nación. Como lo observamos a lo largo de la historia, la mayoría de las industrias que fueron desprendidas del estado no fueron repotenciadas, sino todo lo contrario, terminaron inactivas. Por eso decimos que el destino las mismas debe estar centrado en potenciarlas día a día y bajo ningún punto de vista pueden quedar en manos de algún individuo sino al servicio del pueblo”.