Ayer se realizó una charla-debate en la se de la CTAA Capital, en la ciudad de Buenos Aires, que abordó con distintas perspectivas la vinculación de la Soberanía Nacional y el Movimiento Obrero Organizado.
Con la coordinación del secretario General de la central en Capital Federal, y trabajador estatal, Pablo Spataro, fueron convocados los compañeros Federico Giuliani, secretario General de ATE Córdoba y la CTA Provincia de Córdoba, el periodista Luis Molinari, y el historiador Guillermo Caviasca.
Giuliani hizo uso de la palabra para abordar como se está dando la pelea por la soberanía en al coyuntura del Gobierno de Javier Milei. Y agradeció la convocatoria para un dirigente del interior del país porque “facilita una mirada más integradora, territorial y federal” al abordaje del tema. Y sostuvo que “hay que abrir la cancha” a todos los sectores porque “nadie la tiene clara, hay que juntarse para ver que rumbo tomar”.
Finales de una etapa
El dirigente remarcó que “estamos en los finales de la etapa del mundo unipolar para pasar a otra que es multipolar, que se le planta al Imperio. Vivimos con la contradicción porque frente a ese escenario tenemos un presidente como Milei que quiere que Argentina sea el patio trasero de los EE.UU. e Israel”.
En tal sentido, Giuliani dijo que hay que volver a discutir el concepto de Estado-nación. “La Nación tiene una perspectiva mucho mas grande que los límites de nuestro propios país, es la Patria Grande Latinoamericana y del Caribe. Con el paso de las fechas patrias del 25 de mayo y 9 de julio, pudo verse como sigue latente las contradicciones en la discusión ‘liberación o dependencia’, ‘patria o colonia’ e ‘imperio o nación’. Tenemos que dar esa batalla cultural”.
En esa línea, Giuliani afirmó que “el concepto de soberanía es integral: alimentaria, energética, comunicacional. Pero la más importante es la soberanía popular construida en una perspectiva nacional: la fuerza del pueblo organizado para no depender del imperio. Para nosotros esa lucha debe construir una correlación de fuerzas que le dispute a nuestro enemigo la posibilidad de tener un país distinto, más allá de los profetas del diálogo y el consenso. Sin enfrentamiento, revoluciones e insurrección esto no se va a lograr. Esto debe darle un rol central a la clase trabajadora, en tanto es las única que genera riqueza”.
Y señaló que “la clase es una sola: son las y los jubilados, las y los trabajadores privados, las y los estatales, las y los desocupados y precarizados del mercado en negro. Para discutir la soberanía nacional hay que abrir la cancha porque con los estatales no nos alcanza. Hay que salir a dar la disputa y la batallas cultural en el sentido común que todos somos parte de la clase trabajadora”.
Contexto
En otro ramo de su exposición, le secretario General dijo que “el contexto que tenemos es de una gran descomposición social y desintegración nacional, no producto de los ocho meses de Javier Milei sino de los 40 años de una democracia de baja intensidad, colonial, con un modelo extractivista que nos llevó como consecuencia a Javier Milei: un pueblo hastiado y descreído de la política que no le soluciona los problemas centrales a nuestro pueblo”.
“¿Cuáles son?”, se preguntó. “La vivienda, la salud, la educación y el trabajo. Debemos entrarle a esa disputa cultural porque hoy vemos en los medios a los mismo tipos que nos dejaron a merced del fascismo que nos dicen cómo debemos organizarnos para dar vuelta la tortilla. No podemos estar pensando en las listas de 2025 sino de como resolvemos el hambre hoy, cómo le vamos a devolver el trabajo a los miles de estatales que quedaron desocupados con Milei. Hay una tibieza que da vergüenza en gran parte de los dirigentes sindicales y políticos. Hasta Mirta Legrand los corre por izquierda todos los fines de semana”, lamentó.
Y declaró que “ATE quedó en la más extrema soledad en esta pelea porque la burocracia sindical ya arregló. Se sentaron con el Gobierno a acordar la reforma laboral a cambio de las cajas de las obras sociales. No hay que delegar la política en esos tipos. Las organizaciones libre del pueblo (OLP) son los espacios donde deberemos recuperar el debate del país que queremos. Tenemos la responsabilidad de estar ahí debatiéndolo”.
La exposición completa de Giuliani