En un comunicado emitido ayer, el delegado de Agricultura Familiar Carlos Rang repudió los dichos del vocero presidencial, Manuel Adorni, por decir mentiras y falacias sobre la única política pública para la Agricultura Familiar Campesina e Indígena e ignorar la verdadera situación del cierre de la dependencia y del trabajo realizado por más de 20 años.
Adorni dijo que se trata de un organismo que existía hace dos años nada más. Falso. “Agricultura Familiar nació en los años ‘90 con el Programa Social Agropecuario, posteriormente fue transformado en Secretaría, luego pasó a categoría de Subsecretaría, terminando como el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, y contando con un plantel de trabajadoras y trabajadores donde la gran mayoría tiene más de 10 años de antigüedad y algunos alcanzan más de 30 años de trabajo comprometido en el apoyo y asesoramiento a un sector que el 60% de los alimentos frescos que se consumen a diario y es fundamental para la soberanía alimentaria”, respondió Rang.
Que la realidad laboral del sector consista en contratos a plazo, artículo 9 y ley marco no es culpa de los trabajadores sino es por un fraude laboral cometido en todos estos años y una injusticia por el Estado Nacional.
Adorni también habló que el organismo tenía más de 130 delegados gremiales. Vale aclarar que los mismos fueron elegidos y aceptados por el Ministerio de Trabajo, conforme la ley laboral, de forma que el cuerpo de delegadas y delegados no está por fuera de la ley. “El que está por fuera es el Gobierno, que viene manteniendo el fraude laboral, despidiendo sin justificación alguna y sin comunicación previa por lo que es el Gobierno quien viola la ley de asociaciones sindicales vigente, al despedir trabajadores con fueros laborales. Además, olvida Adorni que hay dos sindicatos que ejercen la representación del sector, lo que explica la cantidad de delegados. Asimismo hay compañeros que son parte de la dirigencia de ATE en diversas provincial y que por contar con esos cargos gozan de la tutela sindical”, explicó Rang.
Respecto a las afirmaciones sobre el estado del parque automotor del organismo, Rang detalló que “no es responsabilidad del personal el mantenimiento de los vehículos sino el Estado. Por el contrario, fuimos los trabajadores quienes muchas de las veces pagamos los arreglos y los que cuidamos de esas herramientas de trabajos”.
“Lo que nunca habló Adorni, y no aparece que tampoco la auditoria mencionada, es que todos los registros de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena que se realizaron no mencionan ni de los miles de proyectos realizados por los trabajadores, ni de todas las emergencias otorgadas. Tampoco no habló de las cooperativas productivas y de comercio formadas, menos de los programas de capacitación y de fortalecimiento para el desarrollo rural de la agricultura familiar”, detalló el delegado.
Por último, Adorni se quejó del dinero gastado para que trabajadoras del organismo participen del Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades, omitiendo decir que el 60 % del trabajo Agricultura Familiar que se realiza en el campo es llevado adelante por mujeres con triple jornadas y que las mismas no gozan de derechos laborales.
En ese marco, Rang apuntó contra la batería de mentiras, falacias y medias verdades tergiversadas pro el vocero pretenden “justificar el cierre del organismo y los despidos masivos de esta área tan importante”.