En una conferencia de prensa, el secretario General de la seccional Villa María Walter Secondino, denunció que “nunca antes” vivieron la situación de tensión que sufren actualmente en el polvorín. Aseguró que con amenazas por un lado y con promesas por el otro, están coaccionando a los trabajadores para que se afilien a UPCN.
(Fuente: El Diario de Villa María)
Lo que muchas veces se dice por lo bajo, fue expresado el sábado pasado en rueda de prensa por Walter Secondino y Fernando Mercado, secretario general y gremial de la Delegación Villa María de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), al asegurar que existe un ataque directo contra el gremio, programado desde una organización política (La Cámpora), cuyos referentes están al frente de la Intervención de Fabricaciones Militares.
Todo empezó a manifestarse tras la última incorporación de trabajadores. De los 350 aspirantes, había cupo para 13. Pero luego de los exámenes, ingresaron 30. “Después nos dimos cuenta de la intención que había al aumentar el cupo”, afirmaron.
En ese sentido, informaron que día tras día un grupo de esos ingresantes presiona a los trabajadores para que se afilien a otro sindicato que representa a estatales: Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN).
“No sólo que les prometen que van a pasar a planta permanente si se afilian, sino que, en concordancia con otros organismos del Estado, usando los recursos de todos, otorgan créditos del Banco Nación en 48 horas y les prometen jubilaciones y pensiones para la familia”, dijo Secondino, en clara alusión no sólo a la entidad crediticia estatal, sino también a la ANSES.
El dirigente aclaró que ellos no están en contra de la coexistencia de otro sindicato en un mismo ámbito de trabajo. “Lo que pasa, es que en lugar de discutir ideas, ganar afiliados con trabajo, están haciendo una campaña sucia contra nosotros y prometiendo cosas con los recursos de todos. Es discriminatorio que a un trabajador con la antigüedad y el ingreso suficiente, afiliado a ATE, le nieguen un crédito del Nación cuando se lo dan sin cumplir todos los requisitos a otro trabajador, sólo porque está afiliado a otro gremio”, agregó.
Ante ese panorama, los dirigentes advirtieron que hoy se reunirán con el interventor de Fabricaciones Militares y que, en caso de no ser escuchados, no dudarán en ejercer “acciones gremiales” contra esos organismos estatales que avalan las presiones que reciben.
Las razones
“Y sí, hay que decirlo, es La Cámpora”, admitió Mercado después de insistentes preguntas de los periodistas que asistieron a la rueda de prensa.
Si bien remarcaron en todo momento que a ellos no sólo no les molesta la actividad partidaria sino que la alientan, no dejaron de ocultar la preocupación por los métodos que utilizan, los que incluyen volanteadas, pintadas en paredes y difusión de actas adulteradas para desprestigiar a la dirigencia de ATE, además del “reparto” de beneficios del Estado a los que se afilian a otro sindicato.
La alusión al grupo político que lidera Máximo Kirchner, el hijo de la presidenta de la Nación, no es casual dado que Santiago Rodríguez, actual interventor de Fabricaciones Militares, es integrante de esa agrupación política.
Por otra parte, la dirección de la Fábrica Militar de Villa María está integrada por un ingeniero que lleva años trabajando en el polvorín, Miguel Toselli y por Tamara Gerde, quien vino desde Buenos Aires antes de asumir como vicedirectora, designada por el interventor.
“No dudamos que esto está alentado por una parte de la dirección”, dijeron los gremialistas.
Venían bien pero…
Secondino y Mercado quisieron dejar sentado que venían trabajando bien con la Intervención de Fabricaciones Militares, con permanentes mesas de negociaciones en las que lograron avances en las condiciones laborales.
Destacaron que 2013 fue el año en que lograron que las cifras no remunerativas pasen a integrar el salario y el reclamado descongelamiento de vacantes, que permitirá ascender de categoría a trabajadores con antigüedad y lograr el pase a planta de contratados, quienes podrán ocupar las vacantes que dejan los ascendidos.
“Por eso estamos muy preocupados por esta tensión que se genera con las presiones de este grupo, dado que provoca que haya un mal clima de trabajo”, dijeron. “Y hay que recordar que nosotros trabajamos con material peligroso, por lo que trabajar así, presionado, genera graves riesgos”, concluyeron.