Tras el rechazo al acuerdo salarial de la paritaria nacional que cerró el gobierno de Alberto Fernandez con UPCN, que significa un 7% de aumento de haberes, ATE Córdoba salió a la calle a expresar el repudio de las y los estatales y para exigir una reapertura de la paritaria que incluya, además de un verdadero y necesario reconocimiento a la labor de trabajadoras y trabajadores esenciales, una recepción al reclamo de ATE por reincorporación de los despedidos del macrismo, mejoras en las condiciones de trabajo para terminar con la precarización laboral y el cumplimiento de los protocolos de higiene y seguridad en el trabajo.
La movilización partió con una gran caravana de vehículos desde la sede local del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, se trasladó hasta el PAMI para exigir la reinstalación de una trabajadora trasladada arbitrariamente, pasó por la delegación del Ministerio de Trabajo para hacer entrega formal de un petitorio donde se exige la reapertura de paritarias y finalizó con un acto en la Plaza Agustín Tosco, frente al Patio Olmos, símbolo de la imposición en Córdoba de lo privado sobre lo público, toda vez que se trata de una histórica escuela estatal que fue transformada en shopping.
En la oportunidad, estuvieron presentes, junto al secretario General del Consejo Directivo Provincial, Federico Giuliani, y el resto de los integrantes de la comisión directiva, los secretarios generales de las seccionales Río Cuarto, Rafaela Alcoba, de Río Tercero, Damian Albornoz, y de Cruz del Eje, Daniel Allende, junto al referente de ATE Traslasierra, Hugo Gamburri.
Participaron compañeros de organismos nacionales como PAMI, ANSES, Ministerio de Trabajo, ANAC -que en primeras horas de la mañana realizaron un acto de protesta en el Aeropuerto Córdoba-, Personal Civil de las Fuerzas Armadas, Fabricaciones Militares, entre otros.
“Qué lindo es ser de ATE”, exclamó Giuliani al iniciar su discurso, frente a la concentración de compañeros y compañeras presentes. “Claramente hemos construido esta jornada, subrayó el dirigente. No fue decretada sino realizada desde abajo para arriba. Nuestra conducción nacional tuvo que tomar el mandato de convocar a un paro en todo el país no solo para rechazar la burla por un espurio 7% en el medio de la pandemia. También en octubre de 2020 seguimos exigiendo de manera inclaudicable por la reincorporación inmediata de los despedidos del macrismo”.
En tal sentido, el secretario General de ATE dijo que “no solo queremos discutir salario en esta paritaria. Es una vergüenza que en el Estado nacional siga habiendo esta precarización. Hay compañeras y compañeros con sueldos de 20 mil pesos en la obra social del ejército. Esos compañeros tienen que pasar a planta permanente porque muchos tienen 15 o 20 años de antigüedad”.
Y agregó. “en medio de la pandemia queremos plantear que en nuestra primera línea las y los trabajadores esenciales seguimos con los contagiados, con los muertos, porque no hay medidas de bioseguridad y un ambiente de trabajo digno”.
Una salida colectiva
Giuliani destacó que “la salida de la pandemia no es individual ni sectorial, tiene que ser colectiva. Tenemos que ser protagonistas de este nuevo tiempo político que se vive en Argentina. Al Presidente le decimos que no se confunda porque nosotros no le firmamos un cheque en blanco, somos autónomos de las patronales privadas y estatales y nos debemos a los intereses de la clase trabajadora”.
Seguidamente, Giuliani criticó algunos aspectos de la política oficial y reclamó mayor compromiso con las y los trabajadores porque “esta tibieza del gobierno nacional nos obliga a salir a la calle. No se puede construir una sociedad distinta con el 50% de pobreza”.
En esa línea destacó que “esto no es el fin de nada sino el comienzo de un plan de lucha para poner en agenda la pelea sindical. Queremos discutir salarios, reincorporaciones, condiciones de trabajo, pero queremos discutir también qué tipo de estado queremos. No hay patria liberada sin un estado al servicio del pueblo, de las mayorías populares”.
Por último alentó a la militancia de ATE “a salir a afiliar y discutir cara a cara con los compañeros, porque llegó el momento de tener compromiso y solidaridad, empatía y protagonismo, para demostrar que ATE es el gremio mayoritario en el Estado nacional. Hay que seguir dando la disputa por el sentido, hay que salir a conmover a los que no creen, a volver a enamorar para ser millones y construir la relación de fuerzas necesaria para cambiar esta realidad de injusticia”.
Seccionales
Los dirigentes de ATE del interior provincial también se expresaron en línea con el reclamo que planteó Giuliani.
Rafaela Alcoba, de ATE Río Cuarto, dijo que “venimos siendo parte del plan de lucha, con la movilización del 29 de septiembre, porque decimos que para dar vuelta la paritaria hay que organizarse y salir a la calle. Entendemos que ATE es el sindicato con una propuesta que no significa ser opositor u oficialista sino que nuestra única lealtad es con las y los trabajadores”.
Alcoba aseguro que “rechazamos la recomposición del 7% porque entendemos que no solo va en detrimento del salario de los trabajadores sino que es una falta de reconocimiento de las y los compañeros que fuimos declarados como esenciales. Hay que avanzar en la calidad del ambiente y las condiciones de trabajo y sobre el teletrabajo, con la invasión en nuestra vida que significa”.
La dirigente finalizó resaltando que “en varios municipios del sur de la provincia, donde tenemos organización, avanzamos en la discusión salarial y estamos alcanzando acuerdos del 35% de recomposición salarial. Si los intendentes puede discutir salario con esos parámetros, no se entiende que no pueda hacerlo el Estado a nivel nacional y provincial. Lo que hace falta es voluntad política”.
·En igual sentido se expresó Damián Albornoz, de ATE Río Tercero, afirmó que “así como estamos acá poniendo el cuerpo, otros compañeros están dentro de los organismos, haciendo asambleas, rechazando el paupérrimo 7%”.
El dirigente fabriquero castigó a UPCN, firmante de la paritaria afirmando que “siempre fueron entreguistas de las y los estatales” y reafirmó el compromiso “de autonomía que es estratégica”.
Albornoz explicó que en Río Tercero “se realizaron asambleas con retención de tareas de dos horas por turno. Entendemos que hay que estar preparados para discutir una recomposición en diciembre”.
A su vez, Daniel Allende, de ATE Cruz del Eje, sostuvo que “venimos desde el norte cordobés a decir que somos trabajadores esenciales y no nos merecemos un 7%, trabajando con contratos que no sirven y nos dejan a merced del apriete de los funcionarios de los distintos niveles”.
El dirigente afirmó que “hay que discutir fuertemente las condiciones de trabajo, sea para los equipos de salud, para los municipales, para los trabajadores de ciencia y técnica. Basta de seguir dándole plata a los ricos, bajando retenciones, pagando deuda que no sabemos a dónde fueron ni cómo llegaron. El arreglo no es con el FMI sino con las familias de los trabajadores que están sufriendo”.
Allende tuvo un párrafo para apuntar a los incendios que azolaron la provincia. “La situación está muy complicada por las condiciones ambientales como la sequía, pero también por la intencionalidad de los incendios para la especulación inmobiliaria y el corrimiento de la frontera agrícola”.
A su turno, Hugo Galaburri, de ATE Traslasierra, dijo que “el 7% no alcanza. Estos 9 meses de pandemia nos van a liquidar si no logramos un aumento. Estamos en la calle aun habiendo apoyado al Presidente”.
El dirigente destacó el crecimiento de ATE en su zona porque “en Traslasierra recién se está conociendo a ATE y en pocos meses ya duplicamos la cantidad de afiliados. Hay una bronca con los gremios patronales porque si UPCN aceptó un 7%, el SEP arregló por el 4%. ATE está representando esa bronca”.
Por su parte, la seccional de ATE Villa María, convocó a una conferencia de prensa donde el secretario General, Fernando Mercado, manifestó “nuestra total disconformidad con la pauta salarial que se firmó entre el Gobierno y el otro gremio”.
“Siempre estuvimos acostumbrados al otro sindicato. En Fabricaciones Militares nos costó que cerraran 10 fábricas y 18 mil trabajadores en la calle, para quedarse con la obra social. Ahora teníamos esperanza con el aumento del 15%, pero algo pasó en el medio, que el sindicato firmó. También lo del Gobierno nos cayó como un balde de agua fría. Trabajamos mucho para que el gobierno esté dónde esté y sabemos la situación que está atravesando el país, pero los trabajadores del Estado siempre somos la variable de ajuste”, agregó el dirigente.
“Pedimos al Gobierno que tenga un poco de sensibilidad con los trabajadores del Estado”, finalizó Mercado.